Un viaje por "la madre de todas las carreteras": Ruta 66

Death Valley, California, Estados Unidos
Blanca Llamas

Es una de las rutas míticas de cualquier viajero, un viaje “retro” a los Estados Unidos, pero también un recorrido por paisajes fantásticos y amplios horizontes: el Gran Cañón, el río Mississippi, el desierto pintado en el Petrified Forest National Park de Arizona y las playas del Pacífico de la hermosa Santa Mónica. La literatura y el cine norteamericanos están llenos de referencias a esta “calle mayor” de los Estados Unidos, a esta “madre de todas las carreteras", como la llamó John Steinbeck. Para realizar este y otros viajes legendarios nada como consultar Grandes viajes de geoPlaneta-Lonely Planet.

Por la Ruta 66: un viaje “vintage” a los Estados Unidos

La Ruta 66 serpentea a través del corazón de Estados Unidos, desde los grandes lagos hasta el Pacífico. En un principio, en 1926, conectó Chicago con Los Ángeles y generó toda una serie de pequeñas localidades que ofrecían comodidades hogareñas al viajero: drive-ins, moteles, y todo tipo de parafernalia. Era una carretera pensada para enlazar diversas zonas rurales que durante la Gran Depresión tuvo un valor incalculable para los innumerables emigrantes que escapaban hacia California. Como contrapunto, el exultante boom de la posguerra lanzó a muchos estadounidenses a viajar por placer a través de la ancha y abierta carretera que atravesaba Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California. Fue entonces cuando se acuñó el popular: “diviértete en la Ruta 66”.
Pero aquello no duraría, una nueva y ambiciosa red interestatal marcó el fin de la Ruta 66. Pueblos enteros empezaron a desaparecer y la Ruta 66 fue oficialmente desmantelada en 1984, aunque pronto entraron en acción varias asociaciones conservacionistas. Hoy en día, y ese es aún su principal atractivo, lo que queda de ella conduce hasta lugares donde se sigue viviendo en la década de 1950.


Lonely Planet recomienda algunas experiencias únicas


- Saborear la esencia provinciana de la Ruta 66 en McLean, Tucumcari, Santa Rosa y Needles. Pasar por los lugares más simbólicos: Gemini Giant, Black Madonna Shrine, Meramec Caverns, Red Oak II, Arcadia’s Round Barn, rancho Cadillac, rancho Big Texan Steak, Rainbow Rock Shop y WigWam Motel, Jackrabbit Trading Post, Elmer’s Place y Bob’s Big Boy.

- Detenerse para disfrutar de algunos de los mejores parques naturales de Estados Unidos, monumentos naturales y amplias zonas de ocio al aire libre, todo ello cerca de la carretera, como el puente Chain of Rocks Bridge, Wilson’s Creek, Sandia Tramway, Sky City, El Morro y El Malpais; el Bosque Petrificado y el Desierto Pintado, el Gran Cañón, el monumento Wupatki, el desierto de Mojave y la playa de Santa Mónica.

- Ambientarse con lo mejor de la literatura y cine para viajar por la Ruta 66:
Las uvas de la ira, de John Steinbeck: Novela clásica de la Ruta 66, ambientada en los años del dust bowl. Su versión cinematográfica de 1940 dio a John Ford el Oscar al mejor director.
Con destino a la gloria, de Woody Guthrie: Autobiografía sobre su vida vagabunda durante la Gran Depresión.
En el camino, de Jack Kerouac: Himno beatnik al camino, al igual que el poema “Canto a mí mismo” de Walt Whitman.
• Otras recomendaciones: Luces de neón, de Jay McInerney, Menos que cero, de Bret Easton Ellis, Esclavos de Nueva York, de Tama Janowitz, De qué hablamos cuando hablamos de amor, de Raymond Carver, La broma infinita, de David Foster Wallace y Submundo, de Don DeLillo.

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