18 cosas gratis para hacer en Berlín, la vibrante capital alemana

Escrito por
Varios autores de Lonely Planet

25 Octubre 2019
8 min de lectura
© canadastock_Shutterstock
Reichstag al atardecer, Berlín, Alemania

Qué hacer en Berlín gratis (o por poco dinero)

Berlín celebra el 30º aniversario de la caída del Muro con una semana repleta de eventos de todo tipo. Es uno de los mejores momentos para visitar la capital alemana, que continúa seduciendo con su creatividad, cultura y cosmopolitismo, y lo mejor es que es sorprendentemente asequible.

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Destino Berlín

 

En el trigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín se celebran en la capital alemana un centenar de eventos durante la semana del 4 al 10 de noviembre de 2019, siendo el día 9 el punto culminante.

La celebración cuenta con conciertos, exposiciones al aire libre, talleres, proyecciones de películas, charlas con testigos, visitas guiadas a lugares históricos y un proyecto cinematográfico para jóvenes, así como una gran instalación de arte flotante compuesta por 30 000 mensajes escritos a mano: Visons In Motion, obra de Patrick Shearn de Poetic Kinetics. La historia de Berlín cobra vida estos días a través de proyecciones de vídeo 3D a gran escala, animaciones y efectos de sonido que transportarán a los visitantes a la atmósfera de 1989 y 1990. 

Toda la información sobre la celebración del aniversario en Berlín se encuentra aquí: https://www.kulturprojekte.berlin/en/ y, tanto si se viaja a Berlín durante esta semana tan especial como si se va en otro momento del año, conviene saber que hay 18 lugares para descubrir la ciudad gastando realmente poco:

 

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El Muro de Berlín

El emblemático Muro de Berlín © umut rosa / Shutterstock

 

1. East Side Gallery

Paradójicamente la principal atracción turística de Berlín es algo que ya no existe: el Muro. Por suerte queda la East Side Gallery, una sección de 1,3 km de largo que ha sido cubierta de pinturas para convertirse en la galería de arte al aire libre más larga del mundo. Recorrerla invita a reflexionar sobre cómo era la vida en la Guerra Fría. (Mühlenstrasse entre Oberbaumbrücke y Ostbahnhof; 24 h; gratis).

 

2. La Gedenkstätte Berliner Mauer

La Gedenkstätte Berliner Mauer (Exposición Conmemorativa del Muro de Berlín) ilustra sobre el aspecto real del corredor fronterizo y su impacto en las vidas de la gente a ambos lados. Se extiende a lo largo de un paño del Muro de 1,4 km y recrea un corredor de la muerte, con fragmentos del Muro originario, un centro de documentación, una capilla y varios puntos de información. (Bernauer Strasse 111 entre Schwedter Strasse y Gartenstrasse; 8.00-22.00; gratis).

 

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Berlín: Monumento Conmemorativo del Holocausto

Un paseo por el Monumento al Holocausto puede resultar claustrofóbico © paikong / Shutterstock

 

3. Monumento Conmemorativo del Holocausto

La presencia de incontables almas se percibe al recorrer el laberinto de este monumento a los judíos asesinados en Europa: 2711 planchas de hormigón colocadas en una claustrofóbica cuadrícula que se puede recorrer libremente. Un centro de información subterráneo proporciona el contexto necesario para entender aquel horror. (Cora-Berliner-Strasse 1; monumento conmemorativo 24 h, centro de información 10.00-20.00 abr-sep, 10.00-19.00 oct-mar, cerrado lu; gratis).

 

4. Humboldt-Box

El proyecto del edificio más grande de Berlín es en realidad la reconstrucción del palacio barroco de los reyes de Prusia, destruido por el gobierno comunista de la Alemania del Este en 1951. La terminación de esta obra que se denominará Humboldt Forum está prevista para el 2020; mientras tanto, vale la pena visitarla para echar una vista previa a los museos e instituciones culturales que albergará. (Schlossplatz 5; 10.00-19.00; gratis).

 

5. Photoautomaten

Nada de selfies en la Puerta de Brandenburgo: el verdadero momento híspter en Berlín llegará gracias al fotomatón. Por tres míseros euros, uno posa con los amigos para una cámara invisible y espera a que la máquina expulse la tira de cuatro fotografías de pasaporte en blanco y negro. Hay fotomatones por todo Berlín, uno de ellos en Kastanienallee. (Para las ubicaciones véase photoautomat.de; 24 h; 3 €).

 

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Berlín: cúpula del Reichstag

Es muy recomendable subir a la azotea y entrar en la cúpula de cristal del Reichstag © Zanna Karelina / Shutterstock

 

6. Cúpula del Reichstag

Mientras los políticos de Alemania discuten en el salón de plenos se les
puede observar desde lo alto de su edificio de oficinas, el Reichstag. Un rápido ascensor sube hasta la azotea de este edificio de la época prusiana, desde donde se contemplan unas vistas fantásticas y se puede entrar en la cúpula de cristal y espejos de Norman Foster. Es preciso registrarse previamente. (Platz der Republik 1; 8.00-24.00, última entrada 22.00, cada 15 min; gratis).

 

7. Campo de concentración de Sachsenhausen

Los nazis construyeron en las afueras de Berlín este campo de concentración, uno de los de más triste fama en suelo alemán. Decenas de miles de los 200 000 prisioneros perecieron tras sus siniestras puertas entre 1936 y 1945. Convertido en monumento conmemorativo, sus exposiciones abiertas en los lugares originales, como la enfermería y la zona de ejecuciones, narran las historias de aquellas personas en el campo de concentración de Sachsenhausen y mantienen vivo su recuerdo. (Strasse der Nationen 22, Oranienburg; 8.30-18.00 mar-oct, 8.30-16.30 nov-feb; gratis).

 

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Berlín:

Uno de los grafitis más conocidos de Berlín, Astronaut/Cosmonautde Víctor Ash © carol.anne / Shutterstock

 

8. Arte callejero en Kreuzberg

Los grafitis y el arte callejero forman parte del ADN creativo de Berlín desde la década de 1970, sobre todo en Kreuzberg, un verdadero lienzo al aire libre. Entre las obras más conocidas figuran Astronaut/Cosmonaut de Victor Ash, inspirada en la carrera espacial; Nature Morte de ROA, una pintura de cinco plantas de altura que representa animales muertos; y la rara Pink Man de Blu, una criatura formada por centenares de cuerpos desnudos. (Por todas partes; 24 h; gratis).

 

9. Topographie des Terrors

Hitler, Himmler, Göring, Goebbels… La sola mención de los personajes más odiosos de la Alemania nazi logra producir escalofríos y este centro de documentación pone el foco en los dirigentes del Tercer Reich y sus verdugos. La Topographie des Terrors se emplaza justo en el mismo lugar donde las instituciones más siniestras y temidas del régimen totalitario –la Gestapo y el mando central de la SS– movían los hilos de su reino del terror. (Niederkirchnerstrasse 8; 10.00-20.00; gratis).

 

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Berlín: Clärchens Ballhaus

En un viaje a Berlín, es imprescindible pasar por la magnífica sala de baila Clärchens Ballhaus © Mark Read / LonelyPlanet

 

10. Clärchens Ballhaus 

Los locos años veinte perduran en la Ballhaus, una sala de baile de la época de Weimar. Noche tras noche, todo el mundo, desde hípsters hasta abuelitas, compone lindas figuras en el gastado parqué de la pista mientras los DJ pinchan discos de swing clásico, tango, mambo, jive y otros sonidos de antaño. Las clases más baratas son más temprano. (Auguststrasse 24; desde 21.00 lu-ju y 15.00-18.00 do; gratis).

 

11. Sesiones de ‘jazz’

Hay mucha música gratis en bares y pubs de toda la ciudad, pero los sábados por la noche los aficionados al jazz acuden a las jam sessions de A-Trane (11a; Bleibtreustrasse 1; gratis desde 24.00 sa, antes 5 €), un club minúsculo por donde han pasado figuras tan ilustres como Wynton Marsalis. Los miércoles por la noche, el no menos respetado
b-flat (Rosenthaler Strasse 13; desde 21.00 mi; gratis) monta otra jam.

 

12. Almuerzo en la Philharmonie

La ciudad cuenta con la celebración de conciertos semanales de la mano de la Berliner Philharmoniker que atraen a centenares de personas con hambre de cultura y buena música. Es conveniente llegar temprano para conseguir un buen sitio en el vestíbulo de la amarilla Philharmonie, la sala de conciertos por excelencia para los melómanos en la capital germana. (Herbert-von-Karajan-Strasse 1; 13.00 ma sep-jun; gratis).

 

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Berlín: Badeschiff, la piscina del río Spree

Tanto en invierno como en verano se puede disfrutar de la piscina Badeschiff © Mark Read / LonelyPlanet

 

13. Badeschiff

Los veranos berlineses no serían igual sin el Badeschiff, un club de playa construido en torno a una barcaza de río convertida en piscina y fondeada en el Spree. Después de un chapuzón diurno puede uno quedarse para tomar unos cócteles al ocaso contemplando el puente Oberbaumbrücke, salido de un libro de cuentos. En invierno, el Badeschiff se cubre para transformarse en una zona de relax con sauna y bar para hÍpsters. (Eichenstrasse 4; 8.00-24.00 may-sep, si el tiempo lo permite; 5 €).

 

14. Relax junto a un lago

Si uno se pregunta dónde están los berlineses en un caluroso fin de semana estival, basta con buscar en el lago más cercano: allí se refrescan en la arena o bajo los árboles, cerveza en mano. Los lagos más visitados son el idílico Krumme Lanke (gratis), el circular Weisser See (desde 9.00; gratis) y el enorme Strandbad Wannsee (8.00-21.00 sa y do, variable lu-vi; 5,50 €), con una playa de 1,3 km de largo.

 

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Berlín: el aeropuerto de Tempelhof

Un descanso en el aeropuerto Tempelhof, transformado en parque © Frank Middendorf / Shuttertock

 

15. Desconectar en el aeropuerto Tempelhof

Este fue el escenario de los primeros vuelos de Orville Wright (1871-1948), el primer aterrizaje de un zepelín, el primer vuelo regular de Lufthansa y el Puente Aéreo de Berlín. Hoy, este aeropuerto es un enorme parque donde se puede montar en bicicleta, practicar kiteboard, encender una barbacoa o ver sin más cómo funciona un huerto urbano. (Entrada por Oderstrasse, Columbiadamm o Tempelhofer Damm; amanecer-anochecer; gratis, circuitos guiados 16,50 €).

 

16. Esplendores reales en el parque Sanssouci

En Potsdam, el parque Sanssouci (Zur Historischen Mühle 1, Potsdam; 8.00-anochecer; gratis) es la obra de un rey con buen gusto, las arcas a rebosar y trato con los artistas más insignes. Federico el Grande(1712-1786) concibió esta residencia rococó de verano cuyas estancias pueden admirarse mientras se pasea por el parque. Son de visita obligada el palacio de Sanssouci (Maulbeerallee; 10.00-18.00 ma-sa abr-oct, 10.00-17.00 nov-mar; 8 €) y la Casa de Té China (10.00-18.00 ma-do may-oct; 8 €).

 

17. Comida callejera los jueves en Markthalle Neun

La madre de todos los mercados de comida callejera de Berlín no ha perdido impulso desde que entró en escena en el 2013. Los sibaritas se dan cita en Kreuzberg los jueves por la noche en Markthalle Neun, un mercado del s. XIX espléndidamente restaurado para darse un festín de sabores de todo el mundo: pasteles de carne de Nueva Zelanda, hamburguesas de Taiwán, tacos coreanos… Lo mejor es acompañarlo todo con una pinta de cerveza artesanal Heidenpeters. (Eisenbahnstrasse 42/43; 17.00-22.00 ju; gratis).

 

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Berlín: domingo en el Mauerpark

Los berlineses suelen aprovechar los domingos para ir al Mauerpark © Di Gregorio Giulio / Shutterstock

 

18. Domingos en el Mauerpark

El mejor día para visitar el Mauerpark es el domingo, cuando esta franja verde ganada al corredor de la muerte del Muro de Berlín se transforma en un dislocado carnaval. Se pueden buscar tesoros en el mercadillo y después, cerveza en mano, escuchar a los músicos callejeros, ver a los Picasso del aerosol probando nuevos tags o aplaudir a los actores en el escenario o a los cantantes en el karaoke al aire libre. (Bernauer Strasse; 10.00-24.00; gratis).

 

 

Y cuando se tenga hambre, aquí van algunas recomendaciones gastronómicas para seguir disfrutando de la ciudad: 

Un paseo gastronómico por Berlín