Dublín, TOP 3 ciudad #BestinTravel 2016
Paseando por la orilla del río Liffey nadie diría que Irlanda acaba de salir de una crisis económica. La cosmopolita Dublín sabe lo que es la resiliencia y, con un 40% de su población por debajo de los 30 años, es una ciudad que vibra de juventud, optimismo y creatividad. En el 2016 se cumplen 100 años del Alzamiento de Pascua (1916), el primero de una cadena de sucesos que llevaron a la creación de la república.
Ayer el panorama económico era tan oscuro como una pinta de cerveza negra y la sombra de la emigración en masa se iba alargando. Pero hoy Irlanda se ha repuesto y donde mejor se aprecia su renovada vitalidad es en las animadas orillas del Liffey. La diáspora ha dado la vuelta y hoy Dublín es una capital de lo más cosmopolita, con mucha gente, energía e ideas que infunden nuevos sabores y colores a esta ciudad seductora y diversa. Se estima que más del 40% de la población es menor de 30 años y eso se nota en la vitalidad, el optimismo y la creatividad que emana. Ya no es ni vieja ni sucia, como decía la canción, tiene la tez sonrosada y la gente disfruta de sus zonas verdes y explora su entorno a lo largo de la costa y más allá.
En el 2016 se conmemora el centenario del Alzamiento de Pascua (1916), un momento que resumen las palabras del Premio Nobel W.B. Yeats: “Todo cambiado, cambiado del todo: una terrible belleza ha nacido”.Esta “terrible belleza” era la oleada de acción y pasión política que estalló en las calles de Dublín y recorrió Irlanda tras la revuelta armada contra el dominio británico. Las cicatrices aún son visibles en los edificios más apreciados de la ciudad. El alzamiento fracasó, pero las torpes ejecuciones de sus líderes (uno de ellos fue llevado al paredón en camilla y otro asesinado horas después de casarse con su amante en la prisión de Kilmainham) forjaron un gran apoyo popular a la causa, desatando una cadena de sucesos que dieron lugar a la creación de la República de Irlanda. El presupuesto para la celebración del centenario es de 22 millones de euros.
- Conocer al extranjero perfecto gracias a la iniciativa City of a Thousand Welcomes, del Little Museum, por la cual un dublinés explica su ciudad a los viajeros tomando una cerveza gratis en un pub local.
- Seguir el Independence Trail por los sitios clave de la creación de la nación, como la Oficina Central de Correos, la prisión de Kilmainham y el castillo de Dublín.
- Lanzarse al mar de Irlanda desde Forty Foot, en Sandycove, o tomar una pinta de cerveza negra junto al fuego en Mulligan’s, en Poolbeg St, donde el ambiente es tan fuerte como la bebida.
Pasear entre las hojas de Phoenix Park y St Stephen’s Green, a lo largo de una nueva ruta turística, Dubline, por el recinto de Trinity College, cruzando Ha’Penny Bridge y a través de Temple Bar hacia Christchurch, o salir de la ciudad y adentrarse en las Dublin Mountains, y siempre paseando, porque Dublín merece ser descubierta a pie.
Saborear la pinta de porter perfecta está en cualquier lista de cosas que hacer en Dublín, aunque no toda la cerveza irlandesa sea negra. El viajero puede unirse al alzamiento de las cervezas chic en pubs de ale artesanal como The Black Sheep o Against the Grain, cada vez más populares.
Desde Tart with the Cart (‘La golfa con el carro’, la estatua de Molly Malone, por ahora en Syffolk St), Stiletto in the Ghetto (‘el estilete del gueto’, el Monumento a la Luz, en O’Connell St) o Prick with a Stick (‘el capullo con bastón’, la efigie de James Joyce, en North Earl St), el arte público de Dublín posee los apodos más irreverentes.
Temple Bar es una zona ruidosa, pero en su centro hay elegantes opciones de alojamiento, incluidas la Merchant House y el nº 25 de Eustace Street, una casa georgiana de siete plazas, con un piano de salón Bechstein y la clásica bañera antigua con patas.
Si quieres conocer el resto de ciudades TOP, clica aquí.