El Camino de Santiago por Asturias

Escrito por
Giacomo Bassi, de Lonely Planet

18 Junio 2021
4 min de lectura
© Regueiro del Robleu, Camino Primitivo Turismo de Asturias
Regueiro del Robleu, Camino Primitivo

Un año especial para el Camino de Santiago 

El próximo 25 de julio será un día único en Santiago de Compostela: después de 11 años, la fiesta del discípulo de Cristo venerado en cada rincón del planeta caerá de domingo, razón por la cual este 2021 ha sido declarado Año Santo Compostelano. Un acontecimiento que, a pesar de la covid-19, traerá a la Praza do Obradoiro a miles de peregrinos con sus mochilas, sus conchas y sus diferentes idiomas y pasaportes.

Diferentes rutas, el mismo encanto 

Tradicionalmente, la mayoría de los peregrinos llegan al corazón de la ciudad jacobea a través del llamado Camino Francés, el más famoso y concurrido entre los muchos itinerarios que llevan a la catedral gallega, que una vez cruzados los Pirineos, en Roncesvalles, sigue a lo largo de 771 km por Pamplona, Logroño, Burgos y León. Sin embargo, los caminantes más curiosos, y los que buscan revivir el originario espíritu de la peregrinación rodeados solo por el silencio y el sosiego, pueden escoger rutas alternativas y menos transitadas, como el Camino Primitivo o el Camino de la Costa, ambos declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, y que cruzan por completo Asturias, cuna del peregrinaje compostelano.

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Vistas desde la falda del monte de las Brañugas

El Camino Primitivo

Según cuenta la leyenda (y confirman los historiadores), el primer peregrino en acudir a la tumba del apóstol Santiago, llegando hasta los límites del mundo por entonces conocido, fue Alfonso II el Casto, monarca del Reino de Asturias (que abarcaba la actual Galicia) a principios del s. IX. Desde su palacio de Oviedo/Uviéu, y siguiendo el trazado de una antigua calzada romana, el rey cruzó los tupidos bosques de fresnos, hayas y castaños de la región para comprobar que los restos hallados en el 813 por el ermitaño Pelayo en el bosque de Libredón, eran efectivamente los del discípulo de Jesús. Después de varios días de viaje, había nacido oficialmente el Camino de Santiago. Desde entonces, y hasta la reconquista de las tierras que estaban en manos de los musulmanes, esa ruta primitiva se convirtió en la principal vía para los romeros que se dirigían hacia Compostela.

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Desvío Camino Primitivo

Las 7 etapas y 145 km en tierra asturiana

A día de hoy, más de mil años después, los peregrinos siguen ese mismo itinerario, sin duda el más sugerente de los caminos jacobeos, que zigzaguea por Asturias a lo largo de 145 km divididos en 7 etapas, deparando joyas artísticas y medioambientales únicas. El punto de partida del Camino Primitivo es la gótica catedral de San Salvador de Oviedo/Uviéu, que en su interior alberga la Cámara Santa, la originaria capilla palatina de la corte asturiana que custodia reliquias de incalculable valor como el Santo Sudario. Los siguientes puntos de llegada son Grau/Grado, donde destaca la capilla de los Dolores, el monasterio de San Salvador de Cornellana, que funde románico y barroco, Salas, con sus maravillas arquitectónicas medievales, Tinéu, Pola de Allande, Berducedo y Grandas de Salime, última etapa antes de entrar en Galicia. 

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Peregrina

El Camino de la Costa: 283 km entre mar y montaña 

Debido a la accidentada orografía del interior de Asturias, pronto los peregrinos que llegaban desde fuera del Reino, y sobre todo desde Francia, empezaron a buscar rutas alternativas para alcanzar la tumba de Santiago. La predilecta, a partir de la Edad Media, fue sin duda la que hoy se conoce como Camino de la Costa, un itinerario de 815 km que atraviesa de este a oeste el norte peninsular, sin alejarse nunca de la línea del mar. Junto con el Primitivo, es uno de los caminos jacobeos más bellos y variados por recorrer, que a lo largo de 283 km permite conocer algunas de las perlas del Principado. 

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Camino Costa, playa de San Martín

Desde la ría de Tina Mayor hasta la del Eo

Las 13 etapas que conforman el itinerario asturiano, donde el espíritu rural y a la vez marinero se funden, empiezan en Bustio y terminan en Abres, serpenteando por pueblos y villas con olor de salitre y pescado a la parrilla, donde barcos amarrados en pintorescos puertos se alternan con largas playas de arena dorada y vertiginosos acantilados sobrevolados por gaviotas. Se descubren, así, las huellas del pasado más próximo de la región visitando Colombres, con sus construcciones indianas y el Archivo de los Indianos, y las de un pasado más lejano en Ribadesella/Ribeseya, donde se encuentra la imprescindible cueva de Tito Bustillo, repleta de pinturas rupestres. O impresionantes fenómenos naturales como los Bufones de Pría y bellezas arquitectónicas como la iglesia románica de Santa María de la Oliva en Villaviciosa o la basílica de Llanes. Y, a medio camino, aparecen Gijón/Xixón y Áviles, con su excelente mezcla de arte, cultura, gastronomía y diversión, capaces de encandilar a toda clase de peregrinos.

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Peregrinos en las proximidades del Regueiro del Robleu, en el Camino Primitivo

Las conexiones entre los dos caminos

Aunque la mayoría de los peregrinos escoge una ruta para llegar hasta el sepulcro del apóstol, en realidad hay muchos desvíos y conexiones que se pueden tomar para completar, acortar o variar el itinerario. En Asturias existen, entre otros, dos ramales que unen el Camino de la Costa y el Camino Primitivo, y que, si se dispone de tiempo, enriquecerán la experiencia. El primero, de 39 km divididos en dos etapas, es el que conecta la diminuta aldea de Casquita, asomada al Cantábrico, con Oviedo/Uviéu; el segundo, más breve (28 km), enlaza la capital con Avilés.

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Cascada del Nonaya

Lonely Planet ha escrito este artículo con el apoyo de Turismo de Asturias. Los autores de Lonely Planet aseguran su integridad y su independencia editorial siguiendo su propio criterio al margen de las instituciones que han prestado algún tipo de colaboración y nunca prometiendo nada a cambio como, por ejemplo, reseñas positivas.