Hay muchos cajeros automáticos por toda la región, pero suelen cobrar comisión por sacar dinero con tarjetas extranjeras o de otras entidades bancarias.
Los bancos y cajas de ahorros ofrecen los mejores tipos de cambio; hay que llevar el pasaporte.
La mayor parte de los hoteles, restaurantes y tiendas aceptan tarjetas de crédito; puede que sea necesario mostrar un documento de identidad con fotografía.
En los restaurantes se puede dejar una pequeña propina (1 € por persona); en los taxis se aconseja redondear hasta el siguiente euro.
Los cheques de viaje pueden ser difíciles de cambiar; probablemente uno tenga que ir a una sucursal bancaria grande. Las comisiones pueden ser elevadas.