Los romanos no consideraban Cisalpine Gaul como parte de Italia. Cuando conquistaron la ciudad en el 222 a.C., entonces en manos de los celtas insubrios, la llamaron Mediolanum (en medio de las llanuras). Desde entonces, Milán fue sede de cortes imperiales, suministró armas a varios imperios y prosperó gracias al astuto politiqueo, su industria y la agricultura.
Civico Museo Archeologico Expone piezas romanas, griegas y etruscas y una maqueta del Milán romano.
Basilica di San Lorenzo Esta basílica paleocristiana conserva su forma circular y 16 columnas romanas.
Duomo Construida durante más de 600 años, la catedral de Milán es uno de los mejores exponentes de la arquitectura gótica del mundo.
Castello Sforzesco La fortaleza medieval de Milán alberga obras de arte que narran la historia de la ciudad.
Biblioteca y Pinacoteca Ambrosiana Exhibe el Codex Atlanticus, el libro de bocetos de Leonardo da Vinci.
Basilica di Sant’Ambrogio La cuna espiritual de Milán contiene obras maestras medievales.
"La última cena" Pintura mural de Leonardo da Vinci que muestra a Cristo en el momento en que revela que será traicionado.
Chiesa di Santa Maria presso San Satiro La ilusión óptica de Bramante convierte una capilla en una iglesia monumental.
Chiesa di San Maurizio Repleta de frescos de Bernardino Luini, contemporáneo de Leonardo da Vinci.
Palazzo Reale Este palacio neoclásico es hoy un museo de renombre mundial.
Cimitero Monumentale La última morada de la burguesía milanesa, con mausoleos épicos.
Galleria Vittorio Emanuele II El primer centro comercial de Milán con mosaicos y mármol de colores.