Bergen es uno de los destinos más populares del norte de Europa para una escapada. Si bien la ciudad mantendrá al viajero ocupado cinco días, el interior es tentador para una excursión de dos noches y descubrir todo lo que los fiordos tienen que ofrecer.
Bergen es el principal motivo de este viaje, así que habrá que hacer lo posible para condensar en dos días las visitas a los museos, las cenas, las compras y los paseos por sus calles, dignas de una postal. Aunque los alrededores pueden visitarse con transporte público, el tercer día se recomienda alquilar un coche para cruzar Norheimsund, la puerta de acceso a los paisajes del Hardangerfjord. Si sobreviene la necesidad de ver arte contemporáneo puede hacerse un alto en Øystese, para dormir después en el espectacular Eid-fjord. A la mañana siguiente, tras desviarse a la granja Kjeåsen, se puede conducir hasta el soberbio Ulvik para disfrutar de unas vistas de inusitada belleza, se come en Voss y se prosigue a Stalheim. Una caminata la mañana del quinto día es el punto final antes de regresar a Bergen y volar de regreso a casa.