Noruega es un fabuloso destino para viajar con niños. Se trata de un país que se ha hecho famoso por crear condiciones de vida ideales para las familias, y casi todos los hoteles, restaurantes y muchos puntos de interés son igualmente aptos para los niños. Pero conviene recordar que las distancias son largas y es esencial una buena planificación.
Los productos infantiles como comida para bebés, leche maternizada, soja, leche de vaca y pañales se hallan en abundancia en Noruega (en supermercados, farmacias y comercios especializados), pero son mucho más caros que en casa. Tal vez se quiera llevar un razonable suministro para rebajar costes.
El libro Viajar con niños de Lonely Planet ofrece información completa y consejos.
Hoteles, albergues, campings y demás alojamientos suelen disponer de habitaciones familiares o cabañas donde pueden dormir hasta dos adultos y dos niños. Muchos hoteles tienen habitaciones más grandes destinadas a familias, pero otros simplemente añaden cunas y/o camas extra cuando el espacio lo permite, siempre por un precio adicional.
Una cadena de hoteles que hace un esfuerzo especial para atender a las familias entre mediados de junio y mediados de agosto es Thon Hotels (www.thonhotels.no), cuyas habitaciones familiares pueden costar 1150 NOK, una excelente relación calidad-precio según los parámetros noruegos. Casi todos los hoteles de Thon tienen también una pequeña zona de recreo infantil y algún extra para los niños.
Incluso en algunos de categoría, los niños son bien recibidos y, en consecuencia, suele verse a los noruegos comiendo en familia. Muchos restaurantes ofrecen menús infantiles con raciones más pequeñas y precios acordes. Y casi todos los que no lo hacen servirán encantados una ración más pequeña si se pide.
Debido al elevado precio de las comidas, es todo un reto que los niños coman bien, pero la abundancia de perritos calientes, hamburguesas y pizzas es un recurso. Los supermercados son excelentes para abastecerse de alimentos familiares y muchos venden comida precocinada. Casi todos los restaurantes disponen de tronas y zonas para cambiar a los pequeños.
El impresionante sistema de transporte público noruego es una forma confortable de desplazarse y –dada la variedad, que abarca trenes, autobuses, barcos turísticos y ferris– también muy atractiva para los niños.
En trenes y autobuses, los menores de 4 años suelen viajar gratis (aunque sin asiento); de 4 a 15 años (16 en el ferri costero de Hurtigruten) pagan el 50%. Algunos trenes de larga distancia tienen vagones especiales para familias con zona de juegos.
Las empresas de alquiler de coches alquilan sillas de seguridad para niños a un precio simbólico, pero es esencial reservarlas con antelación, sobre todo en verano y los fines de semana, cuando hay mayor demanda.
La mejor época para viajar por Noruega con niños coincide con la temporada turística, que va de mediados de junio a mediados de agosto, cuando los hoteles tienen las mejores ofertas para familias, todos los puntos de interés y atracciones están abiertos y el tiempo es bueno.
Si se viene a Noruega por la aurora boreal o las actividades de invierno, como los trineos de perros, no hay que desanimarse por el frío polar. Todo consiste en ir preparado con la ropa apropiada (¡las familias noruegas no se esconden en casa 10 meses al año!) y el invierno puede convertirse en una época mágica para visitar el país.