En general, Noruega es un país muy sano y los viajeros no deben tomar ninguna precaución especial. Los riesgos más importantes derivan de las infecciones víricas en invierno, de las quemaduras de sol y las picaduras de insecto en verano y de llagas en los pies debidas al excursionismo.
Si el viajero cae enfermo en Noruega será muy bien atendido, ya que la sanidad es excelente.
Es posible adquirir la mayor parte de los medicamentos (que pueden tener una denominación diferente a la que se está acostumbrado). Conviene conocer el nombre genérico y el de marca. Si se llevan jeringas o agujas, es fundamental disponer de un certificado médico que acredite su necesidad. Para las afecciones leves, los farmacéuticos están capacitados para aconsejar y vender remedios.
Como casi todo en Noruega, la asistencia médica es prohibitiva, por lo que se impone contratar un seguro de viaje.
El agua del grifo es potable en todas partes.
En la naturaleza, conviene evitar beber de arroyos, ya que hasta el agua más transparente y apetecible puede contener Giardia y otros parásitos. Para excursiones largas en las que hay que recurrir al agua natural, la forma más fácil de purificarla es hervirla a conciencia. Sin embargo, en altitudes elevadas el agua hierve a menos temperatura, por lo que los gérmenes son más resistentes. En esos entornos conviene hervirla más tiempo (hasta 10 min).
Si no puede hervirse el agua, se debe tratar químicamente. Las tabletas de cloro (Puritabs, Steritabs u otras marcas) matan muchos patógenos pero no la giardia ni los quistes de ameba. El yodo es más eficaz y existe en forma de tableta, pero hay que tener en cuenta que un exceso de yodo puede ser perjudicial.
Los inviernos peligrosamente fríos de Noruega exigen que se tomen las precauciones adecuadas si se viaja en esta época. Incluso en un día cálido en las montañas, el tiempo puede cambiar rápidamente; hay que llevar ropa impermeable y de abrigo, e informar a otra gente de la ruta que se va a seguir.
Los síntomas de la hipotermia son agotamiento, piel insensible (sobre todo la de los dedos de manos y pies), escalofríos, dificultad para hablar, comportamiento irracional o violento, letargo, tropezones, mareos, calambres musculares y violentas explosiones de energía. Algunas personas se comportan de forma irracional, dicen que tienen calor e intentan quitarse la ropa.
Para tratar la hipotermia moderada, primero hay que sacar a la persona del viento y/o la lluvia, quitarle la ropa si está mojada y ponerle otra seca y cálida. Hay que darle líquidos calientes (no alcohol) y comida fácil de digerir y con muchas calorías. No hay que frotar a las víctimas: es mejor permitirles que se calienten lentamente por sí solos. Esto debería bastar para tratar las primeras fases de la hipotermia. La única forma de prevenir la hipotermia severa, que es una afección crítica, es reconocer y tratar a tiempo la hipotermia leve.
El viajero y sus objetos personales están más seguros en Noruega que en los países de origen de la mayoría de los viajeros.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.