Los Países Bajos son una de las naciones europeas más acogedoras para los niños. La población dispensa a los pequeños (y a sus padres) una excepcional acogida. Muchos lugares de interés están orientados específicamente a los visitantes más jóvenes, y símbolos imperecederos como los castillos y los molinos de viento cautivan a públicos de todas las edades.
Las necesidades de los niños se tienen en cuenta en cada rincón de los Países Bajos.
Todos los restaurantes, salvo los más encopetados, admiten niños. De hecho, la tendencia imperante en favor de los restaurantes de estilo bistró con techos altos y un ambiente algo ruidoso favorece a los más pequeños. Todo el mundo se muestra bastante tolerante. Aquí se verá a las familias holandesas disfrutando de las comidas, dentro o fuera, en cafés, pubs y restaurantes, además de sentados en los bancos compartiendo un refrigerio comprado en un puesto de pescado o de frites (patatas fritas) o en una sandwichería.
Los menús para niños son frecuentes y suelen incluir frituras o rebozados. En muchos restaurantes se pueden pedir también tronas y lápices de colores.
Las dependencias e instalaciones para cambiar pañales están limitadas a los grandes almacenes, museos principales y estaciones de ferrocarril, y son de pago. Dar el pecho en público se considera aceptable si se hace con discreción.
La mayoría de las tiendas de alquiler de bicicletas disponen de remolques y sillitas para niños, incluso de bicicletas adecuadas a su tamaño; pero pocas ofrecen cascos, así que quizá convenga llevarlos.
Los trenes cuentan con coches ‘silenciosos’ donde se da por sentado que la gente (niños incluidos) estará callada. Otros coches, por el contrario, pueden ser ruidosos, en particular durante las vacaciones escolares.
La abundancia de espacios verdes, parques, molinos de viento y canales es garantía de diversión al aire libre para los pequeños (y no tan pequeños). En invierno, a los niños les encantarán las pistas de patinaje y la alegría callejera de los carnavales que se organizan en muchas ciudades y pueblos.
Vondelpark ( www.hetvondelpark.net; 2 Amstelveenseweg), Ámsterdam Este inmenso espacio, con merenderos arbolados y estanques con patos, tiene unos fantásticos toboganes en su extremo oeste y un parque infantil en el centro.
Westerpark, Ámsterdam En verano los niños pueden chapotear en la piscina infantil.
Amsterdamse Bos, Ámsterdam Aquí los niños podrán dar de comer a las cabras y trepar a los árboles.
Jardines Keukenhof, Lisse Los millones de flores quizá agraden a los niños un rato, pero lo que les encantará es el enorme parque infantil.
Canal Bike, Ámsterdam Para pasear a pedales por los canales de Ámsterdam.
Canales, Den Bosch La mayoría de las ciudades ofrecen cortos circuitos por sus canales, pero en Den Bosch se surcan cursos de agua subterráneos.
Artis Royal Zoo, Ámsterdam Los grandes felinos, los peces y el planetario entretendrán a los niños durante horas, y a los adolescentes y adultos les encantará el recinto del zoo y sus jardines.
Ecomare, Texel Un centro con toda clase de animales de las islas y muchas exposiciones pensadas para los niños.
Zaanse Schans Para que los niños exploren los molinos de viento al norte de Haarlem.
Taxi acuático, Róterdam Para navegar por el río Mosa a bordo de un veloz taxi acuático negro y amarillo, pasando bajo los puentes y junto a alguna que otra embarcación.
De Zelfpluktuin, Texel A los niños les encanta recolectar sus propias frutas, verduras y flores en esta granja de Texel, muy acogedora para las familias.
Playas Texel y Frisia cuentan con playas excelentes para los niños, Casi toda la costa oeste forma una larga playa; Scheveningen, cerca de La Haya, está bien acondicionada para familias.
Paseos a caballo y surf Los establos de la isla de Texel ofrecen a los niños paseos por la playa y surf.
‘Windsurf’ El barrio más nuevo de Ámsterdam, IJburg, ofrece condiciones magníficas para el windsurf, con alquiler de equipo en Surfcenter IJburg (www.surfcenterijburg.nl; Berthaanstrakade; alquiler tabla/traje de neopreno 20/5 €; 15.00-21.00 lu y vi, 11.00-18.30sa y do abr-oct; 26 IJburg).
Marismas Al norte de Groninga se puede pasar un día jugando en el barro. El wadlopen (paseos por las marismas) permite salir al mar cuando las enormes zonas mareales se quedan sin agua con la bajamar; son horas de disfrute en el barro, con suciedad garantizada.
Tortitas, frites, queso, helado… Incluso a los adultos les encanta la comida neerlandesa. En todas las ciudades y pueblos se instala al menos un mercado semanal al aire libre con puestos que venden toda clase de exquisiteces; no hay que perderse las poffertjes (tortitas holandesas), que se sirven en invierno.
Albert Cuypmarkt, Ámsterdam Para stroopwafels (gofres con sirope de caramelo), smoothies de frutas, chocolate, dulces y fruta fresca.
De IJsmaker, Róterdam Tres heladerías con helado italiano delicioso.
Oudt Leyden, Leiden Algunas de las tortitas holandesas más grandes y mejores de estos lares.
Villa Augustus Restaurant, Dordrecht Platos sanos y deliciosos preparados con ingredientes que se cultivan en el huerto orgánico de la entrada; los niños pueden corretear al aire libre.
Oost, Vlieland Uno de los mejores restaurantes playeros; los niños pueden perfeccionar sus técnicas constructivas de castillos de arena mientras los padres comen pescado y marisco de primera.
Vleminckx, Ámsterdam Un clásico de las frites; se puede elegir entre docenas de salsas.
Friture Reitz, Maastricht Un templo de las frites.
De Haerlemsche Vlaamse, Haarlem Otra institución del ramo de las frites.
IJsboerderij Labora, Texel Granja lechera en explotación donde se puede ver a las vacas que contribuyen a hacer esos helados tan ricos.
IJs van Co, Parque Nacional de Hoge Veluwe Para admirar obras maestras de Van Gogh en el Kröller-Müller Museum e ir después en bicicleta hasta esta heladería y devorar el mejor helado cremoso del país (y fresas en temporada).
Aunque pensar en arrastrar a los niños reacios a los museos hasta una exposición de las sombrías pinturas de los maestros holandeses podría provocar pesadillas a los padres, estos museos son accesibles, didácticos y divertidos.
NEMO Science Museum, Ámsterdam Con laboratorios interactivos pensados para los niños, una fuente con juegos de agua y vistas impresionantes desde la azotea.
Het Scheepvaartmuseum, Ámsterdam Para subir a bordo de la réplica de un barco del s. XVII y entretenerse con los cañones.
Rijksmuseum, Ámsterdam Se ofrece una audioguía infantil especial para que los niños descubran los tesoros del museo.
Maastricht Underground, Maastricht Para explorar túneles y cuevas subterráneas de hace 2000 años.
Maritiem Museum, Róterdam Hay mucha diversión interactiva (conducir una carretilla elevadora virtual, encontrar los mejores emplazamientos para turbinas eólicas en el mar del Norte, apuntarse a un concurso de seguridad en el mar) en este museo marítimo, con barcos históricos en el vecino puerto a los que los niños pueden subir después de ver el museo.
Museo Miffy,Utrecht Miffy es uno de los personajes de dibujos animados más queridos en los Países Bajos y en este museo enfocado a los niños pequeños se puede ver mucho sobre ella y otros personajes.
Natuurcentrum Ameland, Nes El acuario de este centro alberga más de 200 especies del mar del Norte, como barracudas y mantarrayas, además de un cine.
Fort Kijkduin, Den Helder Fortaleza con un museo militar y un acuario subterráneo lleno de fauna acuática del Waddenzee y el mar del Norte.
Markiezenhof, Bergen op Zoom Versiones en miniatura de las carrozas del famoso carnaval de esta ciudad sureña.
Nederlands Stripmuseum, Groninga Aparte de las historietas de los principales artistas del Benelux, pueden verse películas, estatuillas y otras piezas.
Natuurmus eum Fryslân (058-233 22 44; www.natuurmuseumfryslan.nl; Schoenmakersperk 2; adultos/niños 9/6 €; 11.00-17.00 ma-do sep-jun, 10.00-17.00 jul y ago; ), Leeuwarden Un paseo a vista de pez por un canal de Frisia y el vuelo simulado de un ave son dos de las mejores propuestas de este museo de la naturaleza que tiene muy en cuenta a los niños.
Nederlands Openluchtmuseum, Arnhem Como si fuera el plató de una película de época, este museo al aire libre del tamaño de un pueblo recrea el pasado de los Países Bajos con muchas actividades participativas.
Aquí es donde más gozarán los pequeños.
Efteling, Kaatsheuvel Este es el parque de atracciones más visitado de los Países Bajos. Atracciones emocionantes, personajes de cómic y mucho más. Está en el sur, cerca de Tilburg.
Madurodam, La Haya Para ver los Países Bajos en miniaturas al aire libre; es lo que un niño construiría con tiempo y dinero ilimitados.
Waterland Neeltje Jans, Zelanda En medio del impresionante Proyecto Delta, estas exposiciones cuentan la batalla de los holandeses contra el mar; también hay focas, un parque acuático y atracciones.
Amsterdams Marionetten Theater Monta obras tan cautivadoras como La flauta mágica de Mozart.
Openluchttheater, Ámsterdam Teatro gratuito de Vondelpark con actuaciones casi todos los sábados por la tarde en verano.
Para información y consejos, consúltese Viajar con niñosde Lonely Planet.
Los Países Bajos son un destino excelente todo el año, pero las familias quizá prefieran los meses más cálidos y secos –desde Semana Santa hasta septiembre–, cuando el clima es más propicio para las actividades al aire libre, ya sea en la playa, en bicicleta, navegando o, sencillamente, divirtiéndose en un parque urbano.
El calendario de festivales holandés es otro factor que debe tenerse en cuenta: el frío y lluvioso febrero trae durante el carnaval desfiles callejeros que encantan a los niños; Sinterklaas, regalos el 5 de diciembre; y el verano, festivales divertidos y acontecimientos deportivos.
Muy pocos hoteles no admiten niños; los que los rechazan son sobre todo establecimientos de alta categoría, principalmente en zonas de Ámsterdam a las que ni siquiera se pensaría en llevar a los niños.
En todo el país son frecuentes las habitaciones familiares donde puede acomodarse cuatro personas; la mayoría de los hoteles añaden sin problema una cama supletoria (cobrando un suplemento mínimo) o una cuna (sin recargo) en una habitación doble. Los albergues de diseño, que disponen de habitaciones privadas donde caben hasta cinco o seis personas, son una práctica alternativa para familias con más de dos hijos.
Los campings tienen mucha aceptación entre las familias neerlandesas, sobre todo en Frisia y otras zonas costeras.
Los hoteles de alta categoría ofrecen servicios pensados para los niños.