Se ha incendiado, bombardeado, reconstruido y apuntalado por el Muro de Berlín, lo han envuelto con tela y le han añadido una cúpula de cristal. Es el Reichstag, sede del Parlamento (Bundestag) alemán. En la cercana Puerta de Brandeburgo empieza Unter den Linden, la suntuosa avenida de estilo prusiano.
Se reserva hora temprano para el ascensor a la cúpula del Reichstag (y se aprende sobre el edificio mientras se sube por la rampa en espiral. Se fotografía la Puerta de Brandeburgo y se recorre el laberinto del monumento al Holocausto antes de pasear hasta la arquitectónicamente impresionante Gendarmenmarkt. Tras almorzar un Schnitzel en el venerable Borchardt, se compra una delicia de chocolate en la Rausch Schokoladenhaus y se aprende durante un par de horas historia alemana en el Deutsches Historisches Museum. Se disfruta de una cena vegetariana en el Cookies Cream, con estrella Michelin, y se remata la noche en el elegante Bar Tausend.