El corazón de Bruselas late en Grand Place, rodeada de casas con gabletes y adornos dorados construidas por los gremios, y flanqueada por el ayuntamiento gótico del s. XV. En el s. XII la plaza era un mercado; de hecho, los nombres de las callejuelas circundantes aún aluden a hierbas, quesos y aves de corral. Cerca se encontrarán galerías comerciales acristaladas y el Manneken Pis, icono de Bruselas.
El día empieza en Grand Place, con sus espléndidas casas gremiales y el Musée de la Ville de Bruxelles y, para amantes del encaje tradicional, el Musée Mode&Dentelle. Hay que recorrer las gloriosas Galeries St-Hubert tras las huellas de Victor Hugo y los aficionados al cómic no pueden perderse el Centre Belge de la Bande Dessinée. Se puede tomar una cerveza en el irresistible Théâtre Royal de Toone y cenar con música de piano en directo en Le Cercle des Voyageurs, cerca del emblemático Manneken Pis. La jornada puede culminar con más música en el Music Village.