El apogeo del esplendor imperial se manifiesta en esta zona del Innere Stadt (centro de la ciudad), donde los Fiaker (carruajes tirados por caballos) brincan por calles curvas y adoquinadas. Su centro es el complejo palaciego del Hofburg, sede de museos y atracciones de renombre mundial, como los caballos danzantes de la Escuela de Equitación Española. También hay muchos museos en el norte.
El monumental Hofburg fue la residencia de los Habsburgo durante seis siglos y medio, y es uno de los complejos palaciegos más espectaculares de la capital. Se aconseja comenzar por la puerta Michaelerplatz, y desde ahí recorrerlo en una hora, admirando la arquitectura. Mejor reservar gran parte del día para visitar cómodamente varios de sus museos.
Los sándwiches exquisitos de Trześniewski son perfectos para comer sin detenerse. Cuatro horas más permitirán conocer los principales puntos de interés del Hofburg: la galería de arte gráfico del Albertina, el Kaisergruft, donde enterraron a la mayoría de los Habsburgo, y el Jüdisches Museum . También es una zona ideal para ir de compras.
Tras cenar en el impresionante restaurante y coctelería Blue Mustard, hay que visitar una icónica cafetería vienesa como el Café Leopold Hawelka y/o un bar clásico como el Loos American Bar.