Barrio

San Marco y el Palazzo Ducale

Es tal el número de monumentos que reúne el barrio de San Marco, que algunos visitantes no llegan a salir de él; otros son reacios a acercarse por miedo a las masas de turistas. Pero ¿por qué no visitar La Fenice, la basílica de San Marcos, el Palazzo Ducale o el Museo Correr y juzgar por uno mismo? Además se pueden descubrir interesantes galerías, boutiques y bares.

Lo mejor en un día

Todo empezó en el s. IX, cuando el dux Partecipazio construyó su palacio en el rivo alto (orilla alta). Un coro de exclamaciones de asombro nos acompañará al interior de la basílica de San Marcos, con sus ángeles bailando por las cúpulas de mosaico dorado. Entre el palacio, la cárcel, la casa de la moneda y la biblioteca se podrían pasar días, así que habrá que escoger, dando prioridad al Palazzo Ducale o al Museo Correr.

Tras picar algo en la Osteria da Carla se puede salir a patear las calles entre Piazza San Marco y el Ponte dell’Accademia en busca de los artistas venecianos que elaboran bolsos, diarios de viaje o piezas de cristal. Para deleitarse con moda y arte moderno, cabe desviarse hasta el Museo Fortuny.

Al atardecer, tras tomar un cóctel en L’Ombra del Leone o el elegante Bar Longhi, habrá que vestirse de largo para una noche de gala en La Fenice o para cenar en el adamascado comedor del Ristorante Quadri. Luego, una copa romántica en el Caffè Florian, hasta que los moros toquen la medianoche en la Torre dell’Orologio y den por finalizado el día en esta maravillosa ciudad flotante.

 

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