Barrio

Parte Vieja de San Sebastián

Recorrer la Parte Vieja de San Sebastián solo lleva unos minutos, pero se puede tardar media vida en probar todas sus tentaciones. Parece que cada dos portales haya un bar o un restaurante, cada uno de los cuales compite ferozmente con los demás por satisfacer el paladar.

Lo mejor en un día

Se empieza la mañana junto al puerto pesquero de San Sebastián contemplando los coloridos barcos que regresan con un botín que en unas horas formará parte de artísticos platos por toda la ciudad. Para ver peces vivos hay que visitar el impresionante Aquarium, donde blénidos compiten con tiburones por la atención de los visitantes.

Para almorzar sería un error comer cualquier cosa que no fuera pescado. Se puede ir a cualquiera de los restaurantes que hay a lo largo del puerto o al propio templo culinario del acuario, el Bokado. Luego, se sube a través de una bonita zona boscosa hasta la cima del monte Urgull, con geniales vistas, un pequeño museo y una enorme estatua de Cristo. De bajada uno se topará con la maravilla arquitectónica del San Telmo Museoa, un museo cultural vasco con una ecléctica colección que abarca desde vespas hasta lauburus (cruces vascas).

Al caer la noche empieza la auténtica diversión: es hora de dar un paseo por la Parte Vieja disfrutando de los legendarios pintxos de la ciudad o empapándose del ambiente de plaza de la Constitución.