Gros es un barrio joven e informal junto a la playa, con un destacado ambiente surfero. La zona carece en gran parte de las joyas arquitectónicas de otras partes de San Sebastián, pero, con una larga playa abarrotada de tablas de surf, algunos de los hoteles con mejor relación calidad-precio de la ciudad y unos pintxos de contrastada fama, es probable que el visitante pase mucho tiempo en ella.
En Gros todo gira en torno a la playa, pero mientras el termómetro va subiendo, se puede dar un paseo matutino por el parque de Cristina Enea. Incluso se puede hacer un picnic de desayuno en sus zonas de césped mientras se ve pasar los pavos reales. Luego hay que ir a Pukas para una clase de surf antes de almorzar. Puede que uno se caiga de la tabla muchas veces, pero la experiencia abrirá el apetito.
A la hora del almuerzo, hay que echar un vistazo al impresionante edificio del Kursaal, donde se halla el igualmente impresionante restaurante Ni Neu. Tras una mañana de frenética actividad y placeres gastronómicos, se impone descansar un rato. Para ello, nada como unirse a los jóvenes en la arena de la playa de Gros y observar cómo cabalgan las olas los surfistas expertos.
Cuando empieza a refrescar se va hasta Sagüés y el monte Ulía, en el extremo oriental de la playa, para disfrutar de la que puede ser la mejor puesta de sol de la ciudad. Para cenar, se pasa por una vez de los bares de pintxos de la Parte Vieja y se explora la creativa escena culinaria de Gros.