Información y Consejos de Salud para ir a Egipto

Sanidad en Egipto

Es muy recomendable contar con un seguro de viajes que cubra, sobre todo, los servicios de evacuación de emergencia, ya que los accidentes de tráfico y similares son bastante comunes. También es importante visitar al médico y al dentista antes de viajar, y registrarse en la International Association for Medical Assistance to Travellers (www.iamat.org) para optar a un listado de doctores reputados. El mejor sistema de salud en Egipto es el privado, y antes de ser admitido para tratamiento, el paciente debe confirmar que tiene un seguro.

Antes de partir

No hay vacunas recomendadas para viajar a Egipto, pero conviene comprobar el estado de las vacunas estándar (difteria, tétanos, tosferina, polio, sarampión, paperas y rubeola), ya que en la edad adulta se recomiendan los recordatorios. Además, conviene tener en cuenta las siguientes vacunas:

Hepatitis A y B Se administran juntas o por separado, al menos dos semanas antes de viajar.

Rabia Solo si se van a visitar zonas remotas donde haya animales.

Fiebre tifoidea Se administra al menos dos semanas antes de viajar.

Fiebre amarilla Necesaria si se viaja desde/a ciertos países del sur de África, incluido Sudán.

En Egipto

El nivel de higiene es bajo. Siempre hay que lavarse las manos bien antes y después de comer, y escoger restaurantes donde haya mucha clientela.

Los hospitales privados y universitarios tienen un nivel excelente, pero el resto son de nivel bajo. La asistencia dental es variable, hay que contar con pagar antes de cualquier tratamiento médico y/o dental.

Puede que el paciente deba aportar las medicinas y las gasas estériles comprándolas en una farmacia. El servicio de enfermería puede ser rudimentario, pues se espera que vaya a cargo de familiares y amigos del paciente.

Para dolencias menores, es mejor ir primero a una farmacia. Funcionan bien, el personal habla inglés y dispensan todo tipo de medicamentos.

Riesgos específicos para la salud

Golpe de calor Muy común, debido a que casi ningún yacimiento arqueológico tiene sombra y a la falta de lavabos públicos, que hace que uno beba menos agua de la que necesita. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, mareo y cansancio; si no se tratan, pueden convertirse en vómitos. Se recomienda beber líquidos (lo ideal son bebidas deportivas o agua con sales rehidratantes) aunque no se tenga sed, y cubrirse la cabeza con un sombrero bajo el sol. Si es necesario, buscar un sitio con aire acondicionado.

Insolación Mucho más grave que el golpe de calor. Está provocada por una alteración en el mecanismo corporal que regula el calor y puede causar la muerte si no se trata. Provoca un comportamiento irracional, ausencia de sudor y pérdida de consciencia. Hay que enfriar a la persona afectada con hielo y agua y administrarle fluidos por vía intravenosa.

Picaduras de insectos Más molestas que tóxicas, pero cuidado con los jejenes en las playas mediterráneas y con los mosquitos. Todas las picaduras tienen riesgo de infectarse, por lo cual lo mejor es evitarlas con un repelente a base de DEET.

Fiebre del Valle del Rift Fiebre hemorrágica rara que se contagia por la sangre, incluida la de los animales infectados. Provoca síntomas parecidos a la gripe, con fiebre, dolor articular y, ocasionalmente, complicaciones más severas.

Esquistosomiasis (bilharziasis) Infección del intestino y la vejiga causada por un trematodo de agua dulce. Se contrae al contacto con la piel. Evítense los canales y ríos con agua estancada o que apenas fluya. Los síntomas incluyen fiebre pasajera y urticaria, y en los casos más graves, sangre en las deposiciones o en la orina. Un análisis de sangre detecta los anticuerpos si uno ha estado expuesto a la enfermedad, y el tratamiento es fácil y rápido.

Diarrea del viajero Este y otros trastornos estomacales leves son casi inevitables, dado el bajo nivel de higiene en la alimentación. El mejor remedio es descansar e hidratarse (con sales de rehidratación, Rehydran en Egipto) en un entorno fresco. Un antiséptico intestinal como Antinal, disponible en casi todas partes, puede ayudar. Si los síntomas persisten más de 72 h o van acompañados de fiebre, hay que ir al médico porque podría tratarse de disentería.

Tuberculosis Es una enfermedad común en Egipto, pero no tan galopante como en el África subsahariana. Se trata de una infección respiratoria que se contagia por contacto con otras personas y, a veces, a través de la leche o los productos lácteos. El riesgo es elevado entre maestros y personal sanitario.

Fiebre tifoidea Se contagia a través de comida y/o agua infectada, y se caracteriza por la presencia de fiebre y/o de un sarpullido rosado en el abdomen.

Fiebre amarilla La contagian los mosquitos y es muy rara en Egipto. Si es necesario vacunarse para viajar a Sudán, se puede ir a la clínica de la Terminal 1 del aeropuerto de El Cairo o al edificio del comisionado de Guiza (junto al Juzgado de Guiza, al lado de la estación de trenes). Cuesta 100 EGP, aprox.

La mayor preocupación

La mayor preocupación en todo viaje a Egipto son las dolencias intestinales. La mayoría de los viajeros sufre problemas de esta índole por varias razones, desde una dieta poco habitual hasta la falta de higiene. Las raciones de comida, que suelen ser mucho más abundantes de las que uno toma en casa, también afectan al funcionamiento intestinal. Conviene comer con moderación, al menos al comienzo del viaje, y consumir siempre agua embotellada, tanto para beber como para cepillarse los dientes. También hay que lavarse las manos antes de comer y procurar beber suficiente agua a lo largo del día.

Agua del grifo

En El Cairo el agua del grifo lleva mucho cloro y se puede beber, pero en el resto del país no es prudente beber agua del grifo. El agua embotellada es barata y está disponible incluso en los pueblos más pequeños, pero conviene usar un purificador de agua para reducir el uso de botellas de plástico, sobre todo en los viajes más largos.

Seguro de viaje para Egipto

Es buena idea contar con un seguro de viaje que cubra robos, pérdidas y problemas médicos. Algunas pólizas excluyen las ‘actividades peligrosas’, que pueden incluir el submarinismo, el senderismo y la conducción de motocicletas.

Si se va a conducir hay que tener un buen seguro. El estado de las carreteras es pésimo. Por la misma razón, hay que comprobar que la póliza cubra las ambulancias y el traslado urgente al país de origen. En lonelyplanet.es/seguros-de-viaje se pueden contratar seguros de viaje internacionales, ampliarlos y reclamar en línea en cualquier momento, incluso estando de viaje.

Informarse es importante

Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.

 

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©Patrick Schneider