Quienes viajen a Centroamérica deberían ir con cuidado con las infecciones causadas por la comida y por los mosquitos. A pesar de que no suelen ser mortales, sí pueden arruinar un viaje. Además de vacunarse es importante llevar un buen repelente de insectos y ser muy precavido con lo que se come y se bebe.
Los servicios médicos de Belice no son los mejores del mundo, por lo que hay que asegurarse de que el seguro de viaje cubra las urgencias médicas más importantes, la hospitalización y la evacuación.
Conviene llevar un botiquín de primeros auxilios con medicamentos básicos como, por ejemplo:
Las medicinas deben llevarse en su envase original, claramente etiquetadas. Se recomienda, también, contar con una carta fechada y firmada del médico que describa cualquier problema médico y medicaciones necesarias, incluidos sus denominaciones genéricas. En caso de llevar jeringuillas o agujas es necesario disponer de una carta de un médico que documente su necesidad.
Como cabría esperar de un país pequeño en vías de desarrollo, la atención médica en Belice no es de las mejores. Además, resulta bastante cara en comparación con algunos de sus países vecinos (70 US$ por visita con un médico privado y unos 500 US$ por noche de hospitalización en clínica privada).
La atención médica más económica se encontrará en la red de hospitales y clínicas públicas del país, aunque suelen estar sobrecargados y a veces tienen problemas de aprovisionamiento y con los equipos. Muchos visitantes y expatriados con seguro médico prefieren ir directamente a las clínicas privadas; las mejores se hallan en Ciudad de Belice. Otra opción, muy popular entre los expatriados de Belice, es cruzar la frontera a Chetumal, en México, donde la atención médica de calidad resulta mucho más económica.
Para situaciones de emergencia se recomienda contratar un seguro lo más completo posible que incluya la evacuación a servicios médicos de fuera de Belice.
La principal molestia con la que se encontrarán los viajeros son los insectos. Las moscas de la arena suponen un gran problema en algunas islas y los mosquitos están por todas partes. Hay que llevar un buen repelente de casa.
Para prevenir la diarrea hay que evitar beber agua del grifo a menos que se haya hervido, filtrado o desinfectado químicamente (con pastillas de yodo); comer tan solo fruta o verdura pelada o cocida; ser cauto con los productos lácteos que puedan contener leche sin pasteurizar; y ser muy cuidadoso al comprar comida de vendedores ambulantes.
Si se sufre de diarrea hay que beber mucho, preferentemente una solución de rehidratación oral con sal y azúcar. Unas pocas deposiciones sueltas no requieren tratamiento, pero si se empiezan a tener más de cuatro o cinco al día es mejor empezar a tomar antibióticos (normalmente quinolonas) y un antidiarreico (como la loperamida). Si la diarrea es sanguinolenta, dura más de 72 h o va acompañada de fiebre, escalofríos o dolor abdominal agudo habrá que buscar atención médica.
Para evitar picadas de mosquitos y garrapatas se debe llevar manga larga, pantalones largos, sombreros y zapatos o botas (mejor que sandalias). El repelente para insectos con DEET debe aplicarse a las partes del cuerpo que queden expuestas y a la ropa, pero conviene evitar ojos, boca, heridas o piel irritada. En general, los adultos y los niños mayores de 12 años deberían usar repelentes con un 25-30% de DEET, que dura hasta 6 h. Los niños de entre 2 y 12 años deberán usar repelentes con contenido inferior al 10% de DEET, que dura unas 3 h. Los repelentes con concentraciones inferiores de DEET resultan igualmente efectivos pero duran menos.
Para conseguir una protección extra se puede aplicar permetrina a la ropa, el calzado, las tiendas y las mosquiteras. Los repelentes con permetrina son seguros y presentan una eficacia mínima de dos semanas, que se mantiene incluso después del lavado. La permetrina no debería aplicarse directamente sobre la piel.
En las grandes zonas urbanas el agua del grifo se puede beber sin problemas. Fuera de las grandes ciudades, los hoteles a veces usan pozos o tanques de agua de lluvia. En ese caso el agua debe hervirse o tratarse.
Muchos hoteles proporcionan agua potable a sus clientes.
Los viajeros deberían contratar una póliza que cubra robos, pérdidas y problemas médicos. Algunas pólizas excluyen específicamente “actividades peligrosas”, que pueden incluir submarinismo, motociclismo e incluso senderismo. Conviene comprobar que la póliza que se contrate cubra el coste de ambulancias, además de vuelos de emergencia de vuelta a casa.
Tal vez se prefiera contratar una póliza que pague directamente a médicos y hospitales en vez de tener que pagar y reclamar después. Si se tiene que reclamar al volver, hay que asegurarse de guardar todos los documentos necesarios.
En www.lonelyplanet.com/travel-insurance se pueden contratar seguros internacionales. Se puede contratar, ampliar y reclamar en línea y en cualquier momento, incluso cuando ya se ha iniciado el viaje.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.