Si el viajero siempre ha tenido celos del apogeo hippy, debe visitar el paseo marítimo de esta bohemia ciudad costera e inhalar su aire. Venice es un refugio de artistas, new agers, viajeros cansados de la carretera, freaks y espíritus libres. Es donde encendieron su fuego Jim Morrison y los Doors, y Arnold Schwarzenegger se catapultó al estrellato. Y su antiguo espíritu sigue en pie.
Apaciguar la resaca en Eggslut e ir a la playa a disfrutar de un baño o una sesión de surf matutinos. ¡Bienvenido a Venice!
Visitar Abbot Kinney Blvd para gozar de un selecto almuerzo vegano en Plant Food + Wine servido en su jardín de hierbas trasero, y luego explorar las tiendas de la manzana. Según avanza la tarde, se anima el paseo marítimo, que acoge un desfile de artistas callejeros, vendedores ambulantes, grafiteros, skateboarders y demás que solo se encuentra en LA.
Hacerse con una mesa en el lounge de la terraza del High para ver la puesta de sol sobre el mar y cenar en Gjelina. Después, copa en Townhouse & Delmonte Speakeasy.