A pesar de tener un clima tropical, en Panamá hace desde calor hasta frío, y practicar excursionismo no siempre es fácil. Hay que preguntar siempre a los operadores locales o guardas forestales sobre las condiciones de los senderos antes de salir, y asegurarse de ir bien preparados: llevar agua de sobra, incluso para trayectos cortos, y siempre ir con comida, cerillas y ropa adecuada.
Se han dado casos de senderistas perdidos en la selva, incluso en algunos tan aparentemente accesibles como el Parque Nacional Volcán Barú y el Sendero Los Quetzales. Los desprendimientos, las tormentas y el crecimiento de la vegetación hacen difícil seguir los caminos. En algunos casos las carreteras de acceso puede que estén tan deterioradas que el transporte tenga que dejar al viajero a unos cuantos kilómetros de donde pretendía parar. Esta es la cruda realidad en la selva, y en Panamá no hay un servicio oficial de rescate. Si el viajero va a salir sin un guía, debe informar de sus planes y del número de días que va a estar fuera al personal de su alojamiento.
Nunca hay que caminar por bosques sin señalizar y siempre hay que planificar el transporte por adelantado: saber dónde y cuándo pasa el último autobús, o contratar un taxi con un conductor responsable y recomendado.
Por desgracia, en las aguas panameñas hay ahogamientos todos los años. Más o menos el 80% ocurre por las corrientes de resaca. Una resaca es una corriente fuerte que tira del bañista hacia mar abierto. Se produce cuando dos corrientes que van en paralelo a la orilla se encuentran, haciendo que las aguas opuestas elijan el camino que ofrece la menor resistencia, es decir, mar adentro.
La corrupción policial no es un problema tan grande en Panamá como en otros países de América Latina. No obstante, se han oído casos de agentes de policía que han parado a conductores sin motivo evidente, se han inventado una infracción y les han impuesto una multa para pagarla en el momento. Hacer ver que el viajero no entiende lo que está pasando a veces puede hacer que el policía se ponga nervioso y le deje ir, aunque no hay que esperar mucha indulgencia si la policía va en parejas. Si el viajero ha cometido una infracción, lo mejor es ir a pagar la multa a la comisaría.
En algunas ciudades de Panamá hay policía turística, una división creada para tratar específicamente con los viajeros. Identificables por el brazalete que llevan en el uniforme, los policías de esta división puede que sean más serviciales, pero es poco probable.
Los delitos contra turistas no suelen ser habituales en Panamá, pero pueden ocurrir.
Es obligatorio llevar siempre encima un documento de identificación con fotografía, a poder ser el pasaporte. Los agentes de policía se reservan el derecho a pedir la documentación a los turistas en cualquier momento y varios lectores han tenido que pasar la noche en comisaría por no enseñar una identificación adecuada.
Es ilegal que hombres y mujeres paseen con el torso desnudo, aunque se vaya camino de la playa. Esta norma se aplica estrictamente en Bocas del Toro, en la isla Colón; la policía parará por la calle a quien no vaya cubierto. Está prohibido entrar en los edificios gubernamentales con pantalones cortos.
Se aplica la presunción de culpabilidad hasta que se demuestre lo contrario. En caso de acusación de un delito grave, la persona irá a la cárcel y probablemente pase allí meses antes de ser juzgada. Un consejo sencillo pero valioso: alejarse de personas que cometan delitos.
Las condenas por posesión de drogas ilegales, incluso en cantidades pequeñas, son mucho más duras que en Europa y EE UU. Los acusados suelen pasar años en prisión antes de ir a juicio y, de ser condenados (como ocurre normalmente), recibirán sentencias de varios años más. Muchos abogados no aceptan casos por drogas porque el resultado es seguro: culpable.
Si el viajero termina en la cárcel, la embajada ofrecerá solo asistencia limitada, que puede incluir una visita de un miembro del personal para garantizar que no se han violado los derechos humanos del viajero, comunicar a la familia dónde se encuentra y ponerlo en contacto con un abogado (que costeará el viajero). Los funcionarios de la embajada no pagan fianzas.
Se aconseja consultar la información actualizada sobre recomendaciones y alertas de viaje a Panamá en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.