Todo elogio se queda corto al hablar de los templos de Angkor, uno de los lugares más bellos del mundo. Se puede elegir entre Angkor Wat, el edificio religioso más grande del planeta; Bayon, uno de los más raros, con sus inmensos rostros de piedra; y Ta Prohm, donde la naturaleza deslumbra. Para explorarlos hay que ir primero al bullicioso Siem Reap, un destino célebre por su oferta excelente de restaurantes, cafeterías y bares, por no hablar de sus mercados, tiendas de moda y galerías de arte. En las afueras, en el lago Tonlé Sap, hay aldeas flotantes que parecen de otro mundo y una oferta de deportes de aventura como quads y tirolinas o de clases de cocina. También hay pueblos tradicionales para sumergirse en la vida local alojándose en la casa de una familia.