Existen ciudades de la Ruta de la Seda en países como Uzbekistán y Turkmenistán, pero un tramo considerable del camino histórico atraviesa China, bordeado del patrimonio musulmán que domina el oeste y noroeste del país y de vestigios de civilizaciones budistas anteriores. Probablemente el viajero no parta de Xī’ān a lomos de un caballo o camello, pero si sube a un autobús podrá seguir la ruta como lo hacían los antiguos mercaderes. La remota Kashgar , una de las ciudades más importantes de la Ruta de la Seda, es aún hoy un crisol de pueblos.