Explora lo mejor en viajes 2024
Jerusalén suele tildarse de “antigua”, pero es una recién llegada si se compara con este fenómeno geológico, en mitad del desierto del Néguev: un cañón asimétrico fruto de 200 millones de años de erosión. Es un tajo majestuoso en el paisaje, con formaciones rocosas rosáceas, un suelo de arenisca multicolor salpicado de fósiles, y una fauna que incluye órices, gacelas, leopardos, íbices, buitres y onagros (caballos salvajes). Es una de las atracciones más infravaloradas de Israel.