Historia de Laos

Laos nació en el s. XIV como Lan Xang, el “reino del millón de elefantes”. A pesar de algunos intentos de independencia, el reino casi siempre acabó pagando tributo a vecinos más poderosos, como los siameses o los vietnamitas. La geografía hizo que Laos se viera inmerso en la Guerra de Vietnam y, tras ella, una larguísima guerra civil culminó con la llegada del comunismo al poder, en 1975. Tras muchos años de aislamiento, Laos empezó a aplicar reformas económicas en la década de 1990, pero las libertades políticas siguen siendo un sueño lejano para los laosianos.

Prehistoria y emigración tai-lao

Los primeros Homo sapiens llegaron al sureste asiático hace unos 50 000 años. La tecnología no evolucionó demasiado hasta la llegada de la cultura neolítica, hace 10 000 años. Estos cazadores-recolectores se expandieron por buena parte de la región, incluido Laos. Sus descendientes fabricaron las primeras cerámicas y, más adelante, iniciaron el trabajo del bronce. Con el tiempo adoptaron el cultivo del arroz, introducido desde el sur de China por el valle del Mekong. Estos fueron los antepasados de las actuales minorías de las tierras altas, llamadas en su conjunto lao thoeng (lao de las tierras altas), cuyo grupo mayoritario son los khamu del norte del país.

El primer reino del sur de Laos, que en los textos chinos era llamado Chenla, apareció en el s. V. Una de sus capitales quedaba cerca de Champasak, no muy lejos del templo jemer de Wat Phu. Algo más adelante, los mon (que hablaban otra lengua austroasiática) establecieron reinos en el Mekong medio, Sri Gotapura (Sikhottabong en lao), con capital cerca de Tha Khaek, y Chanthaburi, en las cercanías de Viang Chan (Vientián).

Los pueblos tai posiblemente empezaron a emigrar desde el sur de China hacia el s. VIII. Entre ellos se hallaban los tai lao de Laos, los tai siameses y los tai yuan del centro y el norte de la actual Tailandia, y los tai shan, del noreste de lo que hoy es Birmania. Todos hablaban lenguas muy similares, cultivaban arroz en los valles fluviales y se organizaban en pequeños principados, llamados meuang, presididos por un gobernante hereditario, o jow meuang (señor del meuang). Los tai lao, o lao, fueron trasladándose poco a poco por los ríos del norte del país, como el Nam Ou y el Nam Khan, bajando de noreste a sureste, hasta que llegaron al Mekong, el gran río.

El reino de Lan Xang

El primer gran reino lao apareció a mediados del s. XIV. Se creó en un contexto de cambios políticos y sociales sin precedentes en el sureste asiático. A principios del s. XIII, el gran rey jemer Jayavarman VII, que había conseguido un gran poder y había construido la ciudad de Angkor Thom, envió a sus ejércitos al norte para expandir el Imperio jemer hasta el Mekong medio y el norte y centro de Tailandia. Pero su ambición resultó desmesurada y, a mediados del s. XIII, los jemeres tuvieron que retirarse. Al mismo tiempo, la dinastía mongol Yuan de China renunció a la conquista del sureste asiático.

Esta situación creó un vacío de poder en el centro de Tailandia, que vino a llenar Ramkhamhaeng, fundador del reino tai siamés de Sukhothai. Hacia el norte, su aliado Mangray fundó el reino tai yuan de Lanna (que significa “un millón de arrozales”), con capital en Chiang Mai. También se establecieron reinos tai más pequeños en Phayao y Xiang Dong Xiang Thong (Luang Prabang), aunque el sur de Laos y el este de Tailandia seguían bajo gobierno jemer.

La corte de Camboya buscaba un aliado y lo encontró en el joven príncipe lao Fa Ngum, que estaba siendo educado en Angkor. El padre de Fa Ngum se había visto obligado a huir de Xiang Dong Xiang Thong tras seducir a una de las concubinas de su progenitor, por lo que Fa Ngum estaba en la línea sucesoria directa.

Los jemeres entregaron una princesa y un ejército a Fa Ngum y lo mandaron al norte, a recuperar el Mekong medio del control de Sukhothai, para desviar la atención y debilitar al reino tai siamés. Fa Ngum lo consiguió y fue coronado rey en Xiang Dong Xiang Thong antes de incorporar por la fuerza Viang Chan a su creciente imperio. Llamó a su nuevo reino Lan Xang Hom Khao, que significa “un millón de elefantes y la sombrilla blanca”. Fa Ngum construyó una lujosa capital en Xiang Dong Xiang Thong y se dedicó a organizar su corte y su reino.

Fa Ngum realizó sacrificios para los pĕe (espíritus tradicionales) del reino, pero también accedió a los deseos de su esposa, que quería introducir el budismo theravada jemer en Lan Xang. Eso, según las crónicas lao, acabó por traer problemas. El rey camboyano envió un gran contingente de monjes y artesanos Mekong arriba, pero no llegaron más allá de Viang Chan. Allí, la imagen que escoltaban, el famoso Pha Bang, se negó mágicamente a moverse y tuvieron que dejarla atrás. La razón para no querer continuar hasta la capital era que sabía que Fa Ngum no era moralmente digno. Y, al parecer, Pha Bang tenía razón. Fa Ngum empezó a seducir a las esposas e hijas de los nobles de su corte, que decidieron reemplazarlo y enviarlo al exilio a Nan (hoy Tailandia), donde murió cinco años más tarde. Sin embargo, su legado resistió el paso del tiempo. El reino de Lan Xang mantuvo su poder en el sureste asiático continental hasta principios de s. XVIII y fue capaz de tratar como iguales a Siam, Vietnam y Birmania.

El sucesor de Fa Ngum fue su hijo Un Heuan, que tomó el nombre de Samsenthai, que significa 300 000 tai, el número de hombres, según su censo, que podía reclutar para servir en el ejército. Se casó con princesas de los principales reinos tai (Lanna y Ayutthaya, que había sustituido al de Sukhothai), consolidó el reino e hizo evolucionar el comercio. Con sus riquezas construyó templos y embelleció la capital.

Tras el largo y estable reinado de Samsenthai (42 años), Lan Xang se vio azotado por disputas sucesorias, un problema común en el sureste asiático. El trono acabó pasando al hijo menor de Samsenthai, que tomó el nombre de Xainya Chakkaphat (‘gobernante universal’). A pesar de lo arrogante de su título, gobernó sabia y correctamente.

Hacia el final de su reinado, Lan Xang sufrió su primera invasión importante. Tras una amarga batalla (narrada detalladamente en las crónica lao, que incluso dan los nombres de los elefantes de guerra), los vietnamitas capturaron y saquearon Xiang Dong Xiang Thong. Xainya Chakkaphat huyó y los lao iniciaron una guerra de guerrillas. Al final, los vietnamitas se vieron obligados a retirarse, con sus ejércitos diezmados por la malaria y la inanición. Tales fueron sus pérdidas que juraron no invadir nunca más Lan Xang.

Consolidación del reino

El reino lao se recuperó durante el reinado de uno de sus mejores líderes, que llegó al trono en 1501. Era el rey Visoun, que había sido gobernador de Viang Chan. Allí se había convertido en ferviente devoto de la imagen de Buda de Pha Bang, que llevó consigo a Xiang Dong Xiang Thong para convertirlo en guardián del reino. Para ella construyó el magnífico templo Wat Wisunarat (Wat Visoun) que, a pesar de los daños y reparaciones sufridas a lo largo de los años, aún se conserva a Luang Prabang.

En el sureste asiático continental había surgido una nueva potencia: el reino de Birmania. Fue la amenaza birmana lo que convenció al rey Setthathirat para trasladar su capital a Viang Chan en 1560. Antes de trasladarse mandó construir el templo budista más bello de todos los que se conservan en Laos, el Wat Xieng Thong. También abandonó la imagen de Pha Bang y cambió el nombre de Xiang Dong Xiang Thong a Luang Prabang en su honor. Con él se llevó una imagen de Buda que creía aún más poderosa, el Pha Kaew (Buda Esmeralda), hoy en Bangkok.

Setthathirat fue el mayor constructor de la historia laosiana. No solo edificó o remodeló diversos monasterios en Luang Prabang, además del Wat Xieng Thong, sino que también hizo lo mismo en Viang Chan. Sus proyectos arquitectónicos más importantes, además de un nuevo palacio a orillas del Mekong, fueron la Gran Stupa de That Luang, un templo para el Buda Esmeralda (el Wat Pha Kaeo) y un gran número de templos reales en las inmediaciones del palacio.

Pasaron más de 60 años antes de que subiera al trono otro gran rey lao. Fueron años de división, disputas sucesorias y dominio birmano intermitente. En 1638 fue coronado Suriya Vongsa. Gobernó durante 57 años, el reinado más largo de la historia de Laos y época dorada del reino de Lan Xang. En ese período Viang Chan se convirtió en centro de poder e importante centro de aprendizaje budista que atraía a monjes de todo el sureste asiático.

El reino dividido

El rey Suriya Vongsa debió de ser severo y rígido en su vejez, ya que se negó a intervenir cuando su hijo y heredero fue considerado culpable de adulterio y condenado a muerte. Como consecuencia de ello, a su muerte, en 1695, otra disputa por la sucesión sacudió el reino. Sin embargo, las consecuencias esta vez fueron la división del reino de Lan Xang. Primero, el gobernador de Luang Prabang se declaró independiente de Viang Chang y, a los pocos años, le siguió Champasak, en el sur.

El que fuera el gran reino de Lan Xang quedó fatalmente debilitado. En su lugar aparecieron tres frágiles reinos regionales (cuatro con Xieng Khuang), incapaces de luchar contra el creciente poder del reino tai siamés de Ayutthaya. Sin embargo, los siameses se centraron durante los siguientes 50 años en contrarrestar la renovada amenaza de Birmania. De hecho, Ayutthaya acabó saqueado por un ejército birmano. Chiang Mai ya pagaba tributos a Birmania y Luang Prabang también se convirtió en tributario.

Pero los siameses no tardaron en recuperarse. El estimulante liderazgo de un joven comandante militar llamado Taksin, hijo de padre chino y madre siamesa, unió a los siameses y expulsó a los birmanos. Tras organizar su reino y construir una nueva capital, Taksin buscó nuevos campos de conquista. Los reinos lao eran objetivos obvios. Para 1779, los tres se habían rendido ante los ejércitos siameses y habían aceptado la soberanía de Siam. Los siameses se llevaron el Buda Esmeralda y los reyes lao tuvieron que pagar tributos regulares a Bangkok.

Cuando Chao Anou sucedió a sus dos hermanos mayores en el trono de Viang Chan, decidió reivindicar la independencia lao. Primero hizo méritos con la fundación de monasterios budistas y la construcción de su propio templo (el Wat Si Saket). Luego, en 1826, dio un paso al frente, enviando tres ejércitos Mekong abajo y hacia la meseta de Khorat. Los siameses fueron pillados por sorpresa, pero reaccionaron con rapidez. Las tropas de Siam hicieron recular a los lao y tomaron Viang Chan. Chao Anou huyó pero fue capturado un año después, cuando intentó reconquistar la ciudad. Esta vez, los siameses fueron implacables: Viang Chan fue saqueada brutalmente y su población huyó al este del Mekong. Solo se salvó el Wat Si Saket. Chao Anou murió enjaulado en Bangkok.

Durante los siguientes 60 años, los meuang lao, desde Champasak a Luang Prabang, fueron tributarios de Siam. Al principio, los dos pequeños reinos mantuvieron un cierto grado de independencia, pero con el tiempo el control de Siam aumentó. Una de las razones de este dominio fue que Siam también se veía amenazado por una nueva potencia en la región y consideró que debía consolidar su imperio. La nueva potencia era Francia, que había declarado un protectorado sobre la mayor parte de Camboya en 1863.

Cuatro años después, una expedición francesa enviada a explorar y cartografiar el río Mekong llegó a Luang Prabang, que en esa época era la mayor población río arriba desde Phnom Penh. En la década de 1880 la ciudad quedó atrapada en una lucha entre siameses, franceses y grupos errantes de forajidos chinos (llamados haw). En 1887 Luang Prabang fue saqueada e incendiada por un ejército mixto de tai de las tierras altas y haw. Solo se salvó el Wat Xieng Thong. El rey escapó río abajo. Junto a él se hallaba un explorador francés llamado Auguste Pavie, que le ofreció la protección de Francia.

Colonialismo francés

Al final, el dominio francés fue impuesto por la diplomacia de la fuerza. En 1893, un buque de guerra galo consiguió subir por el río Chau Phraya hasta Bangkok y apuntó con sus cañones al palacio. Ante tal amenaza, los siameses aceptaron transferir todo el territorio situado al este del Mekong a Francia, por lo que Laos se convirtió en colonia francesa, con el reino de Luang Prabang como protectorado y el resto del país administrado directamente.

En 1900 Viang Chan (Vientián) volvió a convertirse en la capital administrativa de Laos, aunque el verdadero poder residía en Hanói, capital de la Indochina francesa. En 1907 se firmó otro tratado con Siam; anexionando a Laos dos territorios al oeste del Mekong (la provincia de Sainyabuli y parte de Champasak). Las provincias de Siem Reap y Battambang fueron recuperadas por Camboya como parte del trato.

Durante los años siguientes, los franceses pusieron en marcha el sistema de control colonial, pero Laos se mantuvo siempre por detrás. A pesar de los planes galos para su desarrollo económico, el país siempre fue un lastre en los presupuestos de Indochina. Se introdujeron trabajos comunitarios obligatorios, especialmente para construir carreteras; se subieron los impuestos, pero la colonia nunca acabó de ser rentable. Se bajaba madera por el Mekong y se descubrió estaño en el centro de Laos, pero los beneficios eran mínimos. En el sur se cultivaba café y en el norte, opio, la mayor parte del cual se introducía de contrabando en China.

En los años de entreguerras los franceses buscaron modos de convertir Laos en un país productivo. Uno de los planes era conectar las ciudades laosianas del Mekong con la costa de Vietnam construyendo una línea férrea a través de las montañas. La idea era alentar la emigración de los trabajadores campesinos vietnamitas a Laos para sustituir a los laosianos, a quienes los franceses consideraban vagos y lentos. Con el tiempo, los vietnamitas superarían en número a los laosianos. El ferrocarril se planeó y se inició la construcción desde el lado vietnamita, pero llegó la Gran Depresión, el dinero se esfumó y la vietnamización de Laos nunca llegó a producirse.

Nacionalismo e independencia

El movimiento independentista se desarrolló muy lentamente. Los franceses justificaban su gobierno colonial como forma de protección de los laosianos frente a sus agresivos vecinos, especialmente los siameses. La mayoría de la pequeña élite laosiana, consciente de su propia debilidad, aceptaba esta explicación, aunque les molestaba la presencia vietnamita. El Partido Comunista Indochino (PCI), fundado por Ho Chi Minh en 1930, no abogaba por la independencia por separado de Vietnam, Laos y Camboya y, hasta 1935, no consiguió reclutar a los dos primeros miembros laosianos.

La posición francesa en Indochina no se debilitó hasta el inicio de la guerra en Europa. El nuevo Gobierno nacionalista, más agresivo, de Bangkok aprovechó esta debilidad para intentar recuperar el territorio ‘perdido’ 50 años antes. Lo llamaron Siam Tailandia y empezaron las hostilidades. Un acuerdo de paz auspiciado por los japoneses despojó a Laos de sus territorios al oeste del Mekong, para disgusto de los laosianos.

Para contrarrestar la propaganda pantailandesa de Bangkok, los franceses alentaron el nacionalismo laosiano. Gracias a un acuerdo entre Japón y la administración francesa de Vichy en Indochina, el Gobierno francés siguió activo, aunque permitió el libre movimiento de las tropas japonesas. Por tanto, los japoneses estaban allí a principios de 1945, cuando empezaron a sospechar que los franceses habían cambiado su lealtad en favor de los aliados. El 9 de marzo Japón lanzó un fulminante coup de force por toda Indochina, apresando a todos los militares y personal civil francés. En Laos, unos pocos soldados franceses consiguieron escapar a la selva y resistir junto a sus aliados laosianos.

Los japoneses gobernaron Laos seis meses antes de que los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki pusieran el punto final a la II Guerra Mundial. En este tiempo obligaron al rey Sisavang Vong a declarar la independencia y se formó un movimiento de resistencia nacionalista conocido como Lao Issara (Laos Libre). Cuando los japoneses se rindieron, el 15 de agosto, el Lao Issara formó un Gobierno temporal dirigido por el príncipe Phetsarat, primo del rey. Por primera vez desde principios del s. xviii, el país volvía a estar unificado. Sin embargo, el rey repudió más tarde su declaración de independencia, creyendo que Laos aún necesitaba la protección francesa. El rey destituyó a Phetsarat como primer ministro, por lo que la Asamblea Nacional provisional, formada por 14 importantes nacionalistas aprobó una moción para deponer al monarca.

Tras todas estas presiones estaban los franceses, decididos a recuperar Indochina. En marzo de 1946, en un momento de tregua en Vietnam entre el Vietminh y los franceses, el ejército francés atacó el norte para recuperar el control de Laos. El Gobierno del Lao Issara se vio obligado a exiliarse a Bangkok, dejando a los franceses firmar un acuerdo con el rey, reafirmando la unidad de Laos y extendiendo el poder del rey de Luang Prabang a todo el país. Los territorios de la orilla oeste tomados por Tailandia en 1940 fueron devueltos a Laos.

Hacia 1949, se había llegado a una especie de punto muerto entre los franceses y el Vietminh en el principal escenario de la guerra en Vietnam. Para asegurar su posición en Laos, los franceses otorgaron una mayor independencia a los laosianos. La promesa de amnistía a los líderes del Issara les atrajo de vuelta para formar parte del proceso político de Laos. Entre los retornados estaba Souvanna Phouma, hermano menor de Phetsarat, que se quedó en Tailandia. Mientras tanto, Souphanouvong, medio hermano de ambos príncipes, instó a sus seguidores a unirse al Vietminh para mantener la lucha anticolonial.

El ascenso del Pathet Lao

Las decisiones de los tres príncipes de seguir cada uno por su camino dividieron el Lao Issara. Los miembros que volvieron a Laos siguieron trabajando en pos de la independencia total de Francia, aunque siempre dentro del marco legal. Los que se unieron al Vietminh pretendían un objetivo político totalmente distinto: la expulsión de los franceses y la creación de un régimen marxista. Su movimiento acabó siendo conocido como Pathet Lao (Tierra de los Lao), y creó un gobierno de resistencia bajo los auspicios del Vietminh en agosto de 1950.

El arquitecto de la alianza Lao Issara-Vietminh fue el príncipe Souphanouvong. En agosto de 1950 Souphanouvong se convirtió en la cara pública del Gobierno de resistencia y en presidente del Frente de Liberación de Laos (Naeo Lao Issara), sucesor del desaparecido Lao Issara. Sin embargo, el poder estaba en manos de otros dos hombres, ambos miembros (Souphanouvong aún no lo era) del Partido Comunista Indochino. Eran Kaysone Phomvihane, ministro de Defensa, y Nouhak Phoumsavan, que ostentaba la cartera de Economía y Finanzas.

En ese momento, el rumbo de la Primera Guerra de Indochina había cambiado con la victoria del comunismo en China en 1949. Cuando las armas chinas empezaron a llegar al Vietminh, la guerra se extendió y los franceses se vieron obligados a pasar a la defensiva. El sitio de Dien Bien Phu, cerca de la frontera laosiana en el norte de Vietnam, se convirtió en la batalla decisiva de la Primera Guerra de Indochina. La guarnición francesa fue rodeada por el Vietminh, que atacó la base con artillería oculta en las montañas. Con la ayuda que llegaba únicamente por vía aérea, los franceses aguantaron casi dos meses antes de rendirse, el 7 de mayo. Al día siguiente, la conferencia celebrada en Ginebra terminó por fin con el período colonial francés en Indochina.

División y unidad

Laos consiguió la independencia plena de Francia en octubre de 1953, por lo que la delegación laosiana acudió a la Conferencia de Ginebra como representantes de un país libre e independiente. Se acordó dividir temporalmente Vietnam en sur y norte, cada una con una administración separada, pero con las órdenes de celebrar elecciones libres y justas antes del fin de 1956. Camboya no se dividió, pero en Laos se aislaron dos provincias del noreste (Hua Phan y Phongsali) como zonas de reagrupación para las fuerzas del Pathet Lao. Allí, el Pathet Lao consolidó su organización política y militar mientras negociaba con el Gobierno real de Laos la manera de reintegrar las dos provincias en un Estado laosiano unificado.

Lo primero que hicieron los líderes del Pathet Lao fue crear un partido político marxista laosiano. El Partido Popular Lao nació en 1955 y cambió el nombre a Partido Popular Revolucionario Lao (PPRL) en 1972. Hoy sigue siendo el partido gobernante de la RDP Lao (República Democrática Popular).

Al más puro estilo marxista, el PPL de 1956 creó un ala política, llamada Frente Patriótico Lao. Souphanouvong era el presidente del frente y Kaysone, el secretario general del partido. Junto con otros miembros del ‘equipo’ dirigieron la revolución lao durante sus 30 años de lucha (1945-1975) por el poder. Durante todos estos años no se alzó ninguna facción que rompiera el movimiento, lo que supuso uno de sus puntos fuertes frente a las divisiones internas de sus oponentes.

La primera prioridad del Gobierno real de Laos fue la reunificación del país, lo que requería una solución política a la que el Pathet Lao tenía que acceder. Por desgracia para Laos, cuando renació el Estado independiente laosiano tras dos siglos, resultó que había sido concebido en pleno caos de la II Guerra Mundial, alimentado después durante la agonía de la Primera Guerra de Indochina y, finalmente, había nacido en plena Guerra Fría. Desde su concepción, el Estado laosiano se vio fragmentado por una división ideológica que los laosianos intentaron superar pero que no dejaba de ser explotada por las interferencias exteriores.

En sus aisladas bases, el Pathet Lao dependía enteramente de los norvietnamitas para el suministro de armas y todo tipo de asistencia, pero estos estaban centrados en la reunificación de Vietnam bajo un gobierno comunista. Mientras tanto, el Gobierno real de Laos dependía cada vez más de EE UU, que rápidamente sustituyó a Francia como principal potencia en la región. Así, Laos se convirtió en el campo de batalla de la Guerra Fría.

El político laosiano que se enfrentó a la tarea de buscar un camino a través de las diferencias ideológicas y la interferencia extranjera fue Souvanna Phouma. Como primer ministro del Gobierno real llegó a un acuerdo con su medio hermano Souphanouvong, que consiguió colocar a dos ministros y dos diputados del Pathet Lao en el Gobierno de coalición, mientras que las provincias del Pathet Lao fueron devueltas a la administración real. Se celebraron elecciones y el Frente Patriótico consiguió buenos resultados. En EE UU estaban furiosos.

Entre 1955 y 1958, EE UU proporcionó 120 millones de dólares a Laos, cuatro veces la cantidad proporcionada por Francia en los ocho años anteriores. Por tanto, la subsistencia de Laos dependía casi por completo de la generosidad estadounidense. Cuando esa ayuda fue retenida, en agosto de 1958, en respuesta a la inclusión de los ministros del Pathet Lao en el Gobierno, Laos se sumió en una crisis económica y política que tuvo como consecuencia la caída del primer Gobierno de coalición tras solo ocho meses.

El 9 de agosto de 1960, un pequeño oficial al mando del Segundo Batallón de Paracaidistas del Real Ejército de Laos tomó Vientián mientras casi todo el Gobierno se hallaba en Luang Prabang organizando el funeral del rey Sisavang Vong. El capitán Kong Le anunció al mundo que Laos volvía a la política de neutralidad y solicitó que se volviera a nombrar primer ministro a Souvanna Phouma. El rey Sisavang Vatthana estuvo de acuerdo, pero el general Phoumi se negó y voló hasta el centro de Laos, desde donde instigó la oposición al nuevo Gobierno. Para ello recibió la ayuda del Gobierno tailandés y de la CIA, que le proporcionaron dinero y armas. Por su parte, el Gobierno neutral recibía armas de la Unión Soviética, vía Vietnam, muchas de las cuales acabaron en manos del Pathet Lao. Por todo el país, cayeron grandes áreas bajo el control de las fuerzas comunistas. EE UU envió tropas a Tailandia por si las fuerzas comunistas intentaban cruzar el Mekong y, durante un tiempo, pareció que las tropas estadounidenses en el sureste asiático se dedicaban más a Laos que a Vietnam.

La Segunda Guerra de Indochina

La nueva administración estadounidense del presidente John F. Kennedy se replanteaba el inicio de una guerra en Laos pero, en un súbito cambio de planes, decidió apoyar su neutralidad. En mayo de 1961, en Ginebra, se celebró otra conferencia sobre Laos, cuyo progreso fue lento porque las tres facciones laosianas no conseguían llegar a un acuerdo de compromiso político que permitiera la creación de un segundo Gobierno de coalición.

Los delegados de los 14 países participantes se volvieron a reunir en Ginebra en julio de 1962 para firmar el acuerdo internacional que aseguraba la neutralidad de Laos y prohibía la presencia de personal militar extranjero. En Laos, el nuevo Gobierno de coalición inició su andadura sostenido por la esperanza y la voluntad popular.

Sin embargo, a los pocos meses empezaron las fisuras. El problema era la Guerra de Vietnam. Tanto los norvietnamitas como los estadounidenses buscaban un avance estratégico y ninguno de los dos iba a permitir que la neutralidad de Laos se interpusiera en su camino. A pesar de los Acuerdos de Ginebra, ambos continuaron proporcionando armas y provisiones a sus respectivos aliados. Lo malo es que ninguna fuerza política exterior ayudó a los neutralistas, que se encontraban cada vez más atrapados entre la derecha y la izquierda.

A finales de 1963, mientras cada bando denunciaba al otro por violar los Acuerdos de Ginebra, el segundo Gobierno de coalición se desmoronó. Pero como todas las potencias estaban interesadas en mantener la fachada neutral de Laos, se envió asistencia diplomática internacional para ayudar a Souvanna Phouma a prevenir que los generales derechistas se hicieran con el poder en los golpes de Estado de 1964 y 1965.

En 1964, EE UU empezó su guerra aérea sobre Laos, con ametrallamientos y bombardeos de posiciones comunistas en la llanura de las Jarras. Al aumentar las infiltraciones norvietnamitas por la Ruta Ho Chi Minh, los bombardeos se extendieron por todo el país. Según las cifras oficiales, EE UU lanzó 2 093 100 toneladas de bombas en 580 944 incursiones. El coste total fue de 7,2 billones de dólares, 2 millones de dólares al día durante nueve años. Nadie sabe cuánta gente murió, pero unas 700 000 personas se convirtieron en refugiados, una tercera parte de la población total del país.

Durante la década de 1960, la presencia norvietnamita y la estadounidense aumentaron exponencialmente. Se estima que en 1968, 40 000 tropas del ejército regular se hallaban en Laos para mantener abierta la Ruta Ho Chi Minh y dar apoyo a los 35 000 hombres del Pathet Lao. En ese momento, el Real Ejército de Laos estaba formado por 60 000 soldados (pagados y equipados en su totalidad por EE UU), las fuerzas de Vang Pao eran la mitad (aún bajo el mando de la CIA) y los neutralistas de Kong Le no eran más que 10 000. Las tropas de ambos bandos estaban totalmente financiadas por sus aliados extranjeros. Esta guerra de poder se prolongó cinco años más, hasta el alto al fuego de 1973.

El punto de inflexión en la Guerra de Vietnam fue la ofensiva del Tet de 1968, que convenció a los estadounidenses de que era una guerra imposible de ganar militarmente y de que era necesario encontrar una solución política. Sin embargo, el efecto sobre Laos fue la intensificación de la guerra aérea y de los combates en la llanura de las Jarras. Cuando se suspendieron los bombardeos sobre el norte de Vietnam, las Fuerzas Aéreas de EE UU se concentraron sobre Laos. Los líderes del Pathet Lao se vieron obligados a esconderse en las cuevas de Vieng Xai.

A mediados de 1972, cuando se desarrollaron movimientos por la paz, cerca de cuatro quintas partes del país se hallaba bajo control comunista. Tanto en la paz como en la guerra, lo que sucedía en Laos dependía de lo que sucediera en Vietnam. Hasta que no se produjo el alto el fuego en Vietnam, en enero de 1973, no acabó la guerra en Laos. Y entonces empezó la lucha política interna. Hasta septiembre no se llegó a un acuerdo para la composición del tercer Gobierno de coalición y su funcionamiento.

Revolución y reforma

En abril de 1975, primero Phnom Penh y luego Saigón cayeron en manos comunistas. Inmediatamente, el Pathet Lao empezó a presionar para suprimir a la derecha de Laos. El aumento de manifestaciones en las calles obligó a los principales políticos y generales de derechas a huir del país. Laos fue pacíficamente ‘liberado’ pueblo a pueblo por las fuerzas de Pathet Lao, que llegaron al destino final, Vientián, en agosto.

Souvanna Phouma, consciente de lo que podía pasar, cooperó con el Pathet Lao para evitar más derramamiento de sangre. Cientos de oficiales militares superiores y funcionarios públicos marcharon voluntariamente a campos aislados para una ‘reeducación política’, creyendo que duraría, como mucho, unos meses, pero muchos permanecieron en los campos durante años.

En noviembre, lo que quedaba del tercer Gobierno de coalición celebró una reunión extraordinaria doblegándose ante lo inevitable y solicitando la formación de un ‘régimen popular democrático’. Bajo presión, el rey accedió a abdicar y el 2 de diciembre, el Congreso Nacional de los Representantes del Pueblo se reunió y estableció la República Democrática Popular Lao (RDP Lao). Kaysone Phomvihane, además de liderar el PPRL, se convirtió en primer ministro del nuevo Gobierno marxista-leninista y Souphanouvong fue nombrado presidente de la república.

El nuevo régimen se organizó siguiendo los modelos soviético y norvietnamita. El Gobierno y la burocracia estaban bajo el estricto control del partido y su politburó de siete miembros. Lo primero que hizo el partido fue limitar la libertad de expresión y reunión y nacionalizar la economía. Como consecuencia de la subida de la inflación, se introdujeron sistemas de control de precios, lo que hizo que los miembros de las comunidades china y vietnamita que aún quedaban en el país emigraran a Tailandia. Miles de laosianos hicieron lo mismo. Al final, cerca del 10% de la población, incluida casi toda la clase culta, huyó, lo que hizo que el desarrollo de Laos se estancara.

Aunque miles de miembros del ejército secreto y sus familias huyeron de Laos, los que permanecieron resistieron al control comunista. La insurgencia mon continuó 30 años más. En 1977, temiendo que el rey escapara de su arresto domiciliario para dirigir la resistencia, las autoridades lo apresaron junto con su familia y los mandaron a Vieng Xai, el antiguo cuartel del Pathet Lao durante la guerra. Allí se les obligó a realizar trabajos forzados en los campos. El rey, la reina y el príncipe heredero acabaron muriendo, posiblemente de malaria y malnutrición, aunque nunca se ha dado una explicación oficial de su muerte.

En 1979 había llegado el momento de un cambio en la política. Kaysone anunció que se podrían abandonar las cooperativas y los campesinos podrían cultivar sus propias tierras y que se permitiría la empresa privada. Pero estas reformas no fueron suficientes para sanear la economía. Durante los siguientes años se produjo una lucha interna en el partido sobre qué hacer. Cuando llegó Mikhail Gorbachev en 1985, la Unión Soviética ya estaba causada de apoyar el régimen de Laos y, además, ya tenía bastante con sus propias reformas. La preocupación de Vietnam era Camboya. Finalmente, Kaysone convenció al partido para seguir el ejemplo chino y abrir la economía al mercado y, a la vez, mantener un férreo control político. Las reformas económicas fueron conocidas como el “nuevo mecanismo económico” y se promulgaron en noviembre de 1986.

El crecimiento económico no acababa de llegar, en parte debido a las malas relaciones con Tailandia. En agosto de 1987 se declaró una breve guerra fronteriza sobre territorios en disputa, que terminó con la muerte de 1000 personas. Al año siguiente, las relaciones con Tailandia y China se arreglaron. Se celebraron las primeras elecciones para la creación de una Asamblea Nacional y, finalmente, se promulgó una Constitución. Lentamente se creó un marco legal y a principios de la década de 1990 llegó la inversión extranjera directa y la economía empezó a mejorar.

El Laos moderno

En 1992 murió Kaysone Phomvihane. Había sido el líder del comunismo laosiano durante más de un cuarto de siglo. El PPRL se las compuso para realizar la transición de manera eficiente, para desesperación de las comunidades laosianas en el extranjero. El general Khamtay Siphandone se convirtió en presidente del partido y primer ministro. Más adelante, renunció a este último cargo para convertirse en presidente de la república. Su llegada al poder significó que el control del partido pasó a la generación revolucionaria de líderes militares. Cuando Khamtay se retiró en el 2006, fue sucedido por su camarada, el general Chummaly Sayasone.

La prosperidad económica de mediados de los noventa se basó en el aumento de la inversión y la ayuda extranjera, de la que Laos siguió dependiendo. La RDP Lao se llevaba bien con todos sus vecinos, especialmente Vietnam, y mejoró sus relaciones con China. La relación con Bangkok era a veces difícil, pero Tailandia era una de las fuentes principales de inversión. En 1997 Laos entró en la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ANSA).

Pero la bonanza llegó a su fin con la crisis económica asiática de finales de la década de 1990. La caída del baht tailandés condujo a la inflación del kip laosiano, al que estaba íntimamente ligado por las relaciones comerciales. Esta crisis sirvió al régimen laosiano para aprender dos lecciones: la primera fue el peligro del capitalismo de mercado; la segunda, que sus verdaderos amigos eran China y Vietnam, que acudieron en su ayuda con préstamos y asesoramiento.

La crisis económica hizo aflorar un cierto malestar político. Una manifestación estudiantil que pedía el fin del monopolio del poder político por parte del PPRL fue duramente reprimida y sus líderes terminaron cumpliendo largas condenas de cárcel.

En el 2003, periodistas occidentales se pusieron en contacto, por primera vez, con insurgentes mon. Sus informes mostraron a una insurgencia a punto de derrumbarse. Una nueva campaña militar consiguió la rendición de algunos mon; otros escaparon a Tailandia, que los consideró inmigrantes ilegales. Las negociaciones para su traslado a terceros países se atascó y en diciembre del 2009 unos 4000 mon fueron repatriados a Laos.

En la década del 2010, China ha aumentado la inversión en Laos. Aunque Japón sigue siendo el principal donante de ayuda, las empresas chinas invierten en grandes proyectos de minería, energía hidroeléctrica, agricultura y en la industría de la madera, y el comercio a través de las fronteras no deja de prosperar. El aumento del poder económico ha supuesto un creciente poder político, a expensas de Vietnam, aunque las relaciones entre ambos países siguen siendo cordiales. Los altos mandos del partido aún realizan cursos de marxismo-leninismo en Vietnam, aunque su inspiración económica se refleja más en su poderoso vecino del norte, China.

 

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