Renacimiento omaní
Hace menos de 50 años, Omán solo tenía dos escuelas, dos hospitales (regentados por misioneros) y una carretera apenas pavimentada, y estaba destruida por la guerra civil.
Langosta Cangrejo local sin pinzas.
Harees Trigo al vapor y carne hervida.
Shuwa Cordero marinado que se cocina en un horno subterráneo.
Halwa Dulce gelatinoso de azúcar o jarabe de dátiles presente en todos los actos oficiales.
Agua del grifo Es potable, pero casi todo el mundo prefiere la embotellada.
Alcohol Disponible en hoteles y restaurantes para turistas.
Café Con cardamomo, se sirve acompañado de dátiles, y es esencial en la hospitalidad omaní.
Los omaníes son muy golosos y aprovechan los actos sociales importantes para darse un capricho. Es de buena educación participar en la ingesta comunal de dulces (siempre con la mano derecha). En ceremonias oficiales, inauguraciones y en las celebraciones de la fi esta nacional, se ofrece halwa a los invitados. Los terrones de este empalagoso dulce se cogen de un plato común entre el dedo índice y el pulgar (con gran pesar de los que olvidan llevar un pañuelo). Elaborado con azúcar o dátiles, azafrán, cardamomo, almendras, nuez moscada y agua de rosas, se prepara al fuego en enormes cubas de cobre, que remueven durante horas hombres armados con una larga mano de mortero.
Hace menos de 50 años, Omán solo tenía dos escuelas, dos hospitales (regentados por misioneros) y una carretera apenas pavimentada, y estaba destruida por la guerra civil.