Omán es un país muy acogedor con los niños y un destino de ensueño donde construir castillos de arena, buscar ‘tesoros’ en la playa o remar por aguas poco profundas. Dicho esto, hay pocas atracciones específicas para niños, salvo los parques de columpios, presentes en casi todas las poblaciones y las zonas infantiles de los centros comerciales.
Si se pide una cuna en inglés (cot), lo más probable es recibir un colchón de tamaño adulto; es lo que entienden en Omán por cot. Las cunas no abundan, sobre todo fuera de Mascate, solo las tienen los hoteles de gama alta.
En Mascate, los restaurantes de gama alta y los de comida rápida tienen tronas. Los niños son bienvenidos en las zonas familiares de los restaurantes.
El uso de sillas infantiles en los automóviles para menores de 4 años ya es obligatorio, pero nadie lo diría a juzgar por la cantidad de niños omaníes que viajan en el regazo del conductor o sacando la cabeza por el techo solar del coche. Deben reservarse con antelación al alquilar el vehículo.
En casi todos los hoteles y centros comerciales de grandes ciudades hay cambiadores de pañales, pero no en las zonas más rurales. Casi todos los supermercados del país venden pañales desechables y leche maternizada.
Parque acuático Hawana Una sorpresa en un paraje remoto.
Museo de los Niños En Mascate, sencillo y muy interesante.
Husaak Adventures Camping y barranquismo en familia en las montañas Hajar.
Ras Al Jinz Incluso los más pequeños pueden ayudar a las tortugas a regresar al agua.