A todos los extranjeros se les exige un visado para entrar en el país, y los de tránsito son los únicos que se expiden sin una carta de invitación (LOI). Los precios varían considerablemente según la embajada, pero suelen ser más económicos que tramitarlos al llegar. No existe ningún tipo de representación diplomática española en el país ni turkmena en España. Para visitar parques nacionales se exigen permisos, y hay que confirmar los visados para poder viajar en varias zonas fronterizas, por lo que es importante conocer el itinerario antes de iniciar los trámites de solicitud.
Como regla general, conviene solicitarlo al menos seis semanas antes de llegar al país, pues el proceso (incluso para los visados de tránsito) es lento. A su llegada, se deberá pagar una tasa adicional de 14 US$ por la tarjeta de entrada, que marca también el punto de salida del país.
Actualmente los visados de turista y de negocios se obtienen fácilmente al llegar, y se tramitan de forma rápida en el aeropuerto de Asjabad (100 US$ aprox.) y en ciertos puestos fronterizos. Disponer de una LOI es condición indispensable para obtener un visado. Quienes lleguen en barco desde Azerbaiyán pueden conseguirlo en Turkmenbashi (a convenir con el cónsul, que debe estar presente), pero las autoridades azeríes no dejan subir al ferri en Bakú a los viajeros que no dispongan de un visado válido para Turkmenistán. Nótese que las tarifas de ratificación pueden ser más altas en los períodos próximos a determinadas fiestas, como el Nouruz y el Festival del Caballo, y más económicas para los viajes cerca del día de la Independencia (octubre).
Son los únicos que permiten a los turistas viajar por cuenta propia. Aunque válidos durante tres a cinco días, son cada vez más difíciles de obtener, y los viajeros afirman que más del 50% de las solicitudes son desestimadas. Los trámites duran entre dos y cuatro semanas.
Pueden obtenerse en cualquier consulado turkmeno y no se precisa la LOI, pero el viajero deberá disponer de visados válidos para los países que visitará antes y después de Turkmenistán. Además, la ruta elegida para desplazarse de un país a otro debe ser coherente: no se expiden si se puede viajar entre varios países sin tener que pasar por Turkmenistán. Rutas aceptables son las que discurren entre Irán y Kazajistán, Irán y Uzbekistán, y Uzbekistán y Azerbaiyán. En teoría, también se puede obtener un visado de tránsito si se viaja entre Afganistán y Kazajistán o Azerbaiyán, pero hay quien afirma que el porcentaje de denegaciones es más elevado si se viaja a/desde Afganistán.
Los visados de tránsito no pueden ampliarse, salvo en caso de enfermedad grave. La multa por tenerlo caducado es de 200 US$, y el viajero puede ser trasladado a Asjabad y deportado en el primer vuelo disponible, cargando él con los gastos.
La ruta no suele estar especificada en el visado, pero sí el punto de entrada y salida (no modificable); el visitante puede tener problemas si viaja a algún lugar que no se halle entre ambos puntos, aunque en las carreteras los controles suelen ser escasos. No se puede obtener un visado de tránsito si se tiene previsto tomar un vuelo en Asjabad.
Tienen pros y contras, pues aunque permiten al visitante quedarse un aceptable período de tiempo en el país (por lo general hasta tres semanas), exigen la compañía de un guía de circuitos acreditado, que recoge al viajero en la frontera y permanece con él durante toda su estancia.
Lógicamente, esta medida tiene repercusiones económicas, pues hay que pagarle una tarifa diaria (entre 30 y 50 US$), así como las comidas y el alojamiento. De todas formas, hay que recordar que los turkmenos pagan un 60-80% menos en los hoteles que los extranjeros, por lo que esto último no saldrá muy caro. Los guías permiten al viajero moverse libremente por Asjabad y sus inmediaciones, así como en cualquier otra gran ciudad. No es preciso que acompañen al viajero durante todo el día, pero este no puede viajar por el país sin ellos. La mayoría de las empresas de circuitos insiste en que el visitante viaje en transporte privado con el guía.
El visado de turista solo se puede obtener a través de una agencia de viajes, pues solo las que disponen de una licencia oficial pueden expedir la LOI. Aun así, muchas agencias no acreditadas se ofrecen a tramitar la LOI, y luego se limitan a acudir por su cuenta a una acreditada. En la LOI debe figurar un listado con todas las regiones fronterizas restringidas que el viajero tiene previsto visitar. A su vez, estos son los sitios que aparecerán en el visado, por lo que es esencial decidir qué se quiere ver antes de solicitarlo, para que se incluyan las regiones restringidas. La tramitación de la LOI se prolonga durante unas tres semanas y se puede solicitar hasta 90 días antes del inicio del viaje.
Quienes trabajen en el sector de los medios de comunicación o los derechos humanos, o para organizaciones políticas, no deben mencionarlo en su solicitud, pues de lo contrario esta será seguramente denegada. A los empresarios casi nunca se les pide que verifiquen el puesto laboral de un solicitante, pero puede ocurrir, por lo que conviene tener una coartada si el viajero trabaja en uno de estos campos. Una vez expedida la LOI (normalmente la envía la agencia de viajes por correo electrónico), el viajero puede presentarla en cualquier embajada turkmena para obtener su visado, cuya tramitación es una pura formalidad una vez se dispone de la LOI. El proceso suele durar de tres a siete días laborables, según la embajada, pero casi todas ofrecen un servicio urgente a cambio de un cuantioso recargo, que reduce los trámites a 1-3 días.
Quienes dispongan de una LOI pueden también obtener un visado a su llegada al aeropuerto de Asjabad o al puesto fronterizo de Farab, previa gestión con la agencia de viajes (en Farab, el agente debe gestionar que el cónsul esté presente). En todo caso, la LOI original debe ser llevada a la frontera en cuestión y el visado será expedido en el acto.
Turkmenistán no es un lugar idóneo para solicitar visados, pues los trámites son lentos y las embajadas están poco habituadas a tratar con viajeros independientes. Aunque disponen de un horario oficial, si se desea solicitar un visado para otros países, es conveniente llamar antes y asegurarse de que habrá algún empleado que pueda ser de ayuda.
Para viajar a las regiones fronterizas se precisan permisos, que son gestionados por la empresa de circuitos que se ocupa de la carta de presentación. Dado que la zona central del país es más bien un desierto deshabitado, y la población reside en la periferia, se exigen permisos para algunas de las zonas más interesantes. No es el caso de Asjabad, Mary, Merv, Turkmenabat y Balkanabat, pero cualquier lugar que esté fuera de estas zonas debe figurar en el visado, lo que otorga el permiso para visitarlas. Por lo general, los viajeros con visados de tránsito pueden transitar por las zonas fronterizas por la carretera principal, si corresponden al país al que se supone que tienen que cruzar. Quienes obtengan un visado de turista o de negocios a su llegada, están autorizados automáticamente a viajar a todas las zonas del país.
Las siguientes zonas se denominan zonas fronterizas de “clase 1” y en teoría no se puede acceder a ellas sin la documentación pertinente, aunque es muy improbable que alguien se la pida al viajero:
Este: Farab, Atamurat (Kerki) y zonas colindantes, Reserva Natural de Kugitang, Tagtabazar y Serkhetabat.
Norte: Toda la región de Dashoguz, incluido Kunya-Urgench, Dargan-Ata y Gazachak.
Oeste: Bekdash, Turkmenbashi, Hazar, Dekhistan, Yangykala, Gyzyletrek, Garrygala, Nokhur y pueblos vecinos.
Se aconseja consultar la información actualizada sobre documentación y visado para Turkmenistán en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.