En Turquía, los çocuklar (niños) son el centro de la vida familiar, y los hijos de los viajeros serán bien recibidos. El viaje estará salpicado de exclamaciones de Maşallah (“que Dios le cuide”).
Viajar por las zonas de Turquía enfocadas al turismo familiar es un placer para los niños: los camareros juegan con ellos, los extraños les agasajan y es habitual que entren gratis o paguen menos en los puntos de interés. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos sitios no cuentan con las medidas de seguridad habituales en Occidente.
Los hoteles en cuevas en Capadocia, las casas en los árboles de Olympos y los retiros costeros de Kabak son propuestas originales.
En el oeste del Mediterráneo se recomienda combinar la diversión en la playa y los deportes acuáticos con actividades como el parapente en tándem.
El Egeo es ideal para unas vacaciones tranquilas junto al mar, con playas, los parques acuáticos de Kuşadası y Marmaris, y los complejos vacacionales de Bodrum.
Capadocia ofrece actividades como paseos a caballo y en globo.
Los adolescentes disfrutarán con las excursiones por Capadocia o los montes Kaçkar.
Se pueden hacer cursos de cocina en destinos como Estambul.
Los adolescentes cuentan con muchas propuestas interesantes, desde Éfeso a Ani, Pérgamo y el monte Nemrut (Nemrut Dağı).
Las ruinas como el Hipódromo de Estambul ofrecen infinidad de espacio para que los pequeños se cansen.
A los niños les encantará el misterioso ambiente de la subterránea Cisterna Basílica, en Estambul, con pasadizos suspendidos sobre el agua.
Explorar las chimeneas de hadas, cuevas y ciudades subterráneas de Capadocia será una experiencia inolvidable.
En enclaves del Mediterráneo como Patara y Kekova se pueden combinar ruinas con playa, travesías en barco y kayak de mar.
Los museos Rahmi M Koç de Estambul y Ankara son interactivos, y exhiben aviones, trenes y automóviles.
La galería İstanbul Modern cuenta con exposiciones multimedia.
Los menores de 12 años entran gratis o a precio reducido en muchos museos y monumentos.
Los ferris de Estambul y Esmirna son un clásico.
Los funiculares de Estambul y el antiguo tranvía son propuestas originales.
El teleférico más largo del mundo sube a Uludağ (2543 m) desde Bursa.
En las islas Príncipe de Estambul se ofrecen paseos en fayton (carro de caballos) y bicicleta.
Turquía destaca por sus dulces, entre otros baklava, dondurma (helados) y lokum (delicias turcas), tanto como por sus kebabs.
Muchos hoteles de todas las gamas de precios cuentan con habitaciones familiares.
En zonas turísticas como Bodrum es fácil encontrar apartamentos y villas con cocina.
Las cunas son cada vez más habituales; muchos hoteles pueden proporcionar una si se avisa antes.
Los complejos vacacionales ofrecen clubes para niños y en hoteles de zonas turísticas es posible conseguir canguros.
Fuera de las zonas turísticas no suelen tener menús infantiles, pero prepararán platos especiales.
Las tronas escasean, aunque su uso se está extendiendo en las zonas turísticas y Estambul.
Los cambiadores públicos no abundan, aunque los hay en algunas cadenas de restaurantes.
No es habitual dar el pecho en público; es mejor hacerlo en un lugar privado o discreto.
Las ciudades grandes y las localidades costeras suelen tener parques infantiles, pero se recomienda comprobar la seguridad de las instalaciones.
Los autobuses no suelen disponer de baño, pero paran cada varias horas.
Es habitual que los niños viajen gratis en el transporte público urbano, y que paguen menos en los trayectos largos.
La mayoría de las empresas de alquiler de coches pueden proporcionar sillas para niños por un suplemento.
Conducir un cochecito puede considerarse un deporte de riesgo debido al tráfico y a las superficies irregulares.
Una mochila portabebés puede ser útil para visitar los puntos de interés.
Los padres pueden plantearse vacunar a sus hijos de tuberculosis (BCG) si no lo están.
En lugares con un clima cálido y húmedo, cualquier herida o rasguño en la piel puede infectarse. Hay que lavar la zona afectada y mantenerla seca y limpia.
Los niños deben evitar el contacto con perros y demás mamíferos por el riesgo de contraer la rabia u otras enfermedades.
En las páginas web sobre salud y viajes hay información sobre la idoneidad de los medicamentos y la dosis recomendada.
La leche pasteurizada se vende en todas partes, pero la fresca es más difícil de encontrar.
Es recomendable viajar con provisiones de comida de bebé. Los supermercados Migros disponen de la mejor oferta de este tipo de comida.
Muchos supermercados disponen de leche de fórmula (aunque es muy cara) y arroz con cereales y vitaminas.
Se pueden encontrar bebek bezi (pañales) desechables sin problema.
Los mejores pañales son Prima y Huggies, de venta en farmacias y supermercados; mejor olvidarse de las marcas nacionales más baratas.
La guía de Lonely Planet Travel with Children contiene información y consejos prácticos.
En los capítulos de esta guía, incluido el de Estambul, aparecen recuadros especiales.
En hoteles y otros edificios, hay que tener cuidado con los enchufes sin protección.
Muchos grifos funcionan a la inversa (agua fría a la izquierda, caliente a la derecha).
En la calle, hay que estar pendiente de:
Los conductores, en especial los que circulan por la acera en motocicleta.
Redes eléctricas expuestas.
Huecos de escalera abiertos.
Baches.
Alcantarillas abiertas.
Obras poco seguras.