8 cosas románticas para hacer en París, la Ciudad del Amor

Texto por
Nicola Williams, autora de Lonely Planet
Torre Eiffel, París, Francia
Neirfy / Shutterstock

Una escapada al romanticismo de París para San Valentín

A principios del s. XIX la capital francesa se regodeaba en la liberación artística y literaria que trajo consigo el Romanticismo, pero la verdad es que París siempre ha inspirado amor; es algo que permea todos los arrondissements (barrios) de la ciudad, donde parejas de enamorados se relajan en jardines perfectos, cenan en bares de vinos a la luz de las velas y pasean del brazo junto al Sena con la puesta de sol. Las ocasiones para el romance parecen infinitas, pero, afinando un poco, estas son las 8 mejores ofertas románticas de la Ciudad del Amor. 

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1. Admirar la Torre Eiffel

No es de extrañar que la Torre Eiffel sea testigo de tantas propuestas de matrimonio en París: subir los tres pisos de este icono parisino de 324 m de altura y contemplar las amplias vistas panorámicas de la ciudad es de lo más romántico que hay; y resulta todavía más irresistible con una copa de champán rosado en la mano, en el Bar à Champagne del último piso. Para realzar todavía más el toque romántico, esto hay que hacerlo de noche, cuando la torre brilla cada hora en punto con más de 20 000 luces doradas.

 

2. Decir ‘Je t’aime’ en Montmartre

Le mur des je t'aime, París, Francia

Le mur des je t'aime, en la place des Abbesses de París © Anamaria Mejia / Shutterstock

 

Montmartre y su emblemática Basilique du Sacré-Cœur (la basílica del Sagrado Corazón) es lugar de peregrinaje para románticos empedernidos, además de para la gente religiosa. Sus empinados peldaños se encaraman por la colina y llegan hasta las altísimas cúpulas blancas de la basílica. Desde allí –desde los escalones de la entrada o desde el interior de la cúpula principal– las vistas de la ciudad son realmente impresionantes.

Es fascinante adentrarse en el mítico corazón de este barrio de artistas y visitar el Musée de Montmartre, situado en la mansión del s. XVII donde tuvieron sus estudios el pintor impresionista Renoir y la pintora realista Suzanne Valadon. El jardín –con un columpio de cuerda que cuelga de un árbol y recuerda a la pintura El columpio (1876) de Renoir– resulta especialmente romántico. Se puede ir paseando hasta la place des Abbesses y descubrir cómo se dice “Te quiero” en 250 idiomas en Le Mur des Je t’aimededicado al amor, hecho de baldosas de lava esmaltadas, es obra de los artistas Frédéric Baron y Claire Kito.

 

3. Admirar a los románticos franceses

‘El beso’ de Rodin, Musée Rodin, París, Francia

‘El beso’, de Rodin, es una de las grandes obras de arte del París romántico  © alarico / Shutterstock

 

Desde la place des Abbesses y andando en dirección sur se llega al Musée de la Vie Romantique, en el barrio rojo de Pigalle, una ubicación a la vez incongruente e ideal. Esta mansión romántica de contraventanas verdes y un jardín enmarañado se halla en un patio adoquinado al final de una avenida a la sombra de los árboles. Aquí vivieron la escritora George Sand y el pintor Ary Scheffer, y los objetos que se exponen componen un maravilloso flashback del París de la época romántica, cuando artistas como Chopin, Delacroix y otros frecuentaban los salones de esta casa.

Las obras del pintor romántico Delacroix se pueden ver en el Louvre y el Musée d’Orsay (en ambos museos se puede participar en un juego de pistas de THATMuse inspirado en la temática del amor). También se puede visitar la casa-estudio de Delacroix, el Musée National Eugène Delacroix, y contemplar obras más íntimas como Cama sin hacer (1828). En el ámbito de la escultura, la gran referencia en este caso es Rodin: no hay nada como dejarse inspirar por El beso (1889) y otras de sus curvilíneas obras en el Musée Rodin.

El novelista Victor Hugo fue otro de los grandes románticos franceses, y se inspiró en Notre Dame. Para saber más de él se puede visitar (a partir de junio 2020) su casa-museo, la Maison de Victor Hugo, en place des Vosges, una plaza que se llena de parejas enamoradas cuando hace buen tiempo. 


La casa donde Victor Hugo escribió ‘Los miserables’

 

4. Descubrir pasajes cubiertos

Passage des Panoramas, París, Francia

Paseando bajo los elegantes arcos del histórico Passage des Panoramas © Adrienne Pitts / Lonely Planet

 

Las galerías comerciales cubiertas de la Rive droite invitan a recrearse en la nostalgia romántica del París del s. XIX. Es ideal curiosear en los locales de anticuarios y librerías de segunda mano del Passage Verdeau y contemplar miniaturas de casas de muñecas y juguetes de época en el Passage Jouffroy. El salón de té Le Valentin seduce al personal con sus gâteaux (pasteles) caseros.

Paseando en dirección sur se llega al Passage des Panoramas, el primer pasaje que tuvo farolas de gas, en 1871. Sus boutiques de estilo vintage rebosan artículos de coleccionista (sellos, monedas, medallas, postales, etc.) y los bistrós de toda la vida se mezclan con los restaurantes más de moda del barrio, como Noglu, donde sirven alimentos sin gluten, y el Caffè Stern de Philippe Stark, que ocupa el antiguo taller de un grabador en el número 47. 

Desde el Passage des Panoramas se puede continuar andando hasta el Jardin du Palais Royal, entre los elegantes arcos de la Galerie de Montpensier y la Galerie de Valois. Aquí el gastronómico local de Guy Martin, Le Grand Véfour, es el último grito en opulencia del s. XVIII.

 

Destino París

 

5. Pasear de la mano por el Canal St-Martin

Pocos lugares son tan ideales para un paseo romántico a pie o en bicicleta como los caminos de sirga del s. XIX junto al apacible Canal St-Martin. Es buena idea quedarse un rato en el puente peatonal de hierro del cruce entre rue de la Grange aux Belles y quai de Jemmapes para ver cómo se abre el antiguo puente de tráfico, dejando pasar a los barcos del canal. Otra idea es sentarse en un banco junto al canal en Chez Prune para contemplar los barcos y enamorarse de este barrio medio bohemio tan de moda. 

Para almorzar es buena idea darse un festín de comida francesa tradicional en el romántico Le Chansonnier, de estilo vintage, o relajarse con un pícnic a orillas del canal con una botella de vino de Le Verre Volé y una pizza de Pink Flamingo.

 

6. Un paseo en barco por el Bois de Boulogne

Bois de Boulougne, París, Francia

Pocas cosas son más románticas que un paseo en barco con la persona amada por el Bois de Boulougne  © Gena_BY / Shutterstock

 

Navegar por el Sena a bordo de uno de los Bateaux Parisiens o uno de los Bateaux Mouches es romántico, pero remar mano a mano en un barco para dos resulta más memorable. Para ello se puede ir al Bois de Boulogne y surcar las aguas del Lac Inférieur a bordo de un barco de remos: el romance y la serenidad están garantizados. Después se puede ir a pasear por el bosque hasta el Jardín Shakespeare, donde crecen plantas, flores y árboles que aparecen en las obras de teatro de Shakespeare. En verano, las representaciones en el delicioso teatro al aire libre de este jardín son realmente mágicas.

 

7. Saborear una comida inolvidable

El laberinto de salas a la luz de la velas que se esconde en el interior de esta mansión del s. XVII envuelta en enredaderas en Le Coupe-Chou, en el V Distrito, es arrebatadoramente romántico; como también lo son las mesas entre columnas art-nouveau del Mini Palais, en Grand Palais. Las mejores opciones para un almuerzo romántico son la joya de estilo art-nouveau Bouillon Racine o Le Frank, en la Fondation Louis Vuitton, en el Bois de Boulogne.

También es posible darse un festín de ostras ‘afrodisíacas’ en Au Rocher de Cancale –uno de los restaurantes predilectos de la ciudad desde 1804– o maridar una docena de ellas con un buen vino en Le Baron Rouge y después susurrar palabras cariñosas al oído de la otra persona disfrutando de un buen postre en el restaurante Dessance.

Más allá de este barrio están Les Ombres y Café Branly, con espléndidas vistas de la Torre Eiffel que hacen vibrar el corazón en cualquier época del año. En verano las cálidas noches parisinas seducen a los amantes en el maravilloso jardín de la azotea de La Tour d’Argent, en los patios adoquinados de Derrière, y con las cenas románticas bajo las estrellas en los cafés que hay por toda la ciudad.


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8. Pasar una noche en uno de los hoteles más románticos de París

Place des Vosges, París, Francia

Cerca de Place des Vosges hay unos cuantos hoteles de lujo © s74 / Shutterstock

 

El hotel definitivo donde alojarse es el Hôtel Amour, diseñado en color negro y situado en el IX Distrito, cada vez más de moda.

Entre los hoteles de lujo repletos de historia, romance y jardines irresistibles figuran el Hôtel du Jeu de Paume, en Île St-Louis, y Le Pavillon de la Reine, en un patio cerca de place des Vosges.

Quien busque una cama suspendida y llena de pétalos de rosa bajo un techo estrellado, que opte por The Five Hotel, de estilo romántico contemporáneo.  

Opciones de precio medio como el Hôtel Caron de Beaumarchais, el Hôtel du Petit Moulin y el Hôtel Félicien tienen una decoración que seduce de entrada a los románticos. 

Hôtel du Nord – leparivélo es un encanto para presupuestos bajos.

Las elegantes habitaciones dobles con terraza privada del Generator Hostel tienen vistas a Montmartre; pero también se puede optar a un dormitorio colectivo con un baño artístico que es una declaración de amor y que dice “Je pense que je t’aime” (Creo que te quiero).

 

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