1. En una cabaña junto al lago Saimaa, Finlandia
Cabaña junto al lago, Finlandia © AarreRinne / Getty Images
Con amigos, en pareja o en modo familiar, alquilar una cabaña junto al lago Saimaa en tierras finlandesas es siempre un buen plan. Y es que disfrutar de la paz, la naturaleza en estado puro y de una sauna seca en un icónico entorno nevado en la víspera de Año Nuevo es enigmático y una experiencia entrañable que hará que la entrada al nuevo año resulte inolvidable. Alrededor de una chimenea, bien acompañado y con buenas provisiones de comida y bebida… solo basta esperar a que el reloj marque las doce para darle la bienvenida al nuevo año con mucho encanto.
2. Esperando ver amanecer en los templos de Bagan, Myanmar
Templos de Bagan al amanecer, Myanmar © Nick Fox / Shutterstock
Experimentar la fuerza del sol y la sensación de libertad, y ser testigo de algo grande que va más allá del momento y el lugar… sensaciones que regala el amanecer. Se puede ser testigo de ello en la playa o en la cima de una montaña, pero ¿porqué no hacerlo coincidir con un viaje a Myanmar y sentir los primeros rayos de sol del nuevo año en lo alto de un templo en Bagan? Puede que la celebración de la noche del 31 de diciembre no vaya más allá de una amena cena con especialidades asiáticas, pero está claro que el espectáculo llegará después de medianoche: unas horas más tarde, cuando la oscuridad deje paso al día y con él a un amanecer inolvidable.
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3. Comiendo lentejas por los canales de Venecia, Italia
Fuegos artificiales en Plaza San Marcos, Venecia, Italia © Olena Z / Shutterstock
En Venecia, todo comienza con un gran banquete la noche del 31 de diciembre: la cena de San Silvestro, convertida en todo un ritual donde no deben faltar las lentejas (símbolo de riqueza para el año que entra). La velada se alarga hasta la medianoche; es entonces cuando Sestiere San Marco se convierte en el epicentro de las celebraciones, con fuegos artificiales que iluminan la noche y la laguna. Y si se quiere, hay posibilidad de acercarse hasta la plaza San Marcos y participar en el evento anual ‘Love’ donde miles de parejas dan la bienvenida al nuevo año con un beso cargado de simbolismo.
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4. Disfrutando de una noche estrellada en el desierto del Sáhara, Marruecos
Anochecer en las dunas de Erg Chebbi, Sáhara, Marruecos © Peek Creative Collective / Shutterstock
El lugar elegido es Merzouga, en las dunas de Erg Chebbi. Gigantes colinas de suave arena dan la bienvenida al viajero ante una velada inolvidable. La mera aproximación hacia la tienda bereber, donde está previsto pasar la noche, ya es todo un espectáculo de luz, color y movimiento por parte del fuerte mar de arena que invade el paisaje. El ambiente cálido de la tarde se torna fresco y frío al anochecer, cuando el sol cede protagonismo a un inmenso cielo estrellado. Aquí el tiempo parece detenerse. Da un poco igual si se ha alcanzado la medianoche y ya se está en un nuevo año. Eso sí, el nuevo año se iniciará bajo un manto de buena(s) estrella(s).
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5. Celebrando el ‘Hogmanay’ en Edimburgo, Escocia
Celebración del 'Hogmanay', Edimburgo, Escocia © Shahid Khan / Shutterstock
Si bien Hogmanay es la palabra escocesa para designar la víspera de Año Nuevo, el festival Hogmanay de Edimburgo se ha convertido en una gran celebración que ha logrado reconocimiento mundial. Y no es para menos, puesto que durante tres días la capital escocesa acoge un gran número de eventos que van desde conciertos de música en vivo hasta bailes tradicionales, pasando por procesiones con antorchas, fuegos artificiales, eventos familiares y desfile de disfraces con baño final en las gélidas aguas del río. ¿Acaso no es un planazo para despedir el año? De algo le viene su fama.
6. Viendo auroras boreales en Laponia, Noruega
Aurora boreal en Laponia, Noruega © Tsuguliev / Shutterstock
Hay que poner rumbo al frío, a la tierra de los samis. Y en pleno contacto con las tradiciones más ancestrales y enfundados con una buena equipación para enfrentarse al frío, hay que aventurarse a disfrutar de las últimas horas del año con la mirada atenta al cielo. Ajenos a grandes eventos y festividades, los mayores atractivos de ‘salir de noche’ en estas latitudes vienen en forma de auroras boreales. Casi nada. Aquí la naturaleza se impone y de qué manera.
Atrapar auroras boreales en Noruega
7. De fiesta sin cesar en el puerto Victoria de la ciudad-estado de Hong Kong
Fin de año en Puerto Victoria, Hong Kong © Javen / Shutterstock
La víspera de Año Nuevo en Hong Kong es tal espectáculo de luces y fuegos artificiales que la ciudad se ilumina como nunca. El ambiente de fiesta se palpa en toda la ciudad y muy especialmente en el puerto Victoria desde donde tiene lugar el festival de luz y sonido Symphony of Lights. Si bien un fin de año en algún hotel hongkonés es ya de por sí exótico, la experiencia alcanza otro nivel si se opta por asistir al desfile de Año Nuevo por las calles de la ciudad, con decenas de carrozas, o por acercarse hasta el puerto para tomarle el pulso en primera persona. Sea cual sea el plan elegido, algo está asegurado: una apoteósica cuenta atrás a las doce de la noche.
8. De retiro para cargar pilas en Tawang, India
Monasterio budista de Tawang, India © Tutun Kumar Barui / Shutterstock
Situada en el estado indio de Arunachal Pradesh, en lo alto del Himalaya, la localidad de Tawang no acostumbra a estar en las listas de destinos comunes donde celebrar la entrada del nuevo año. En ella se encuentra el segundo monasterio budista más grande del mundo, por lo que la ciudad ofrece una mezcla de espiritualidad y aventura realmente cautivadora. Si la opción de viajar hasta aquí se convierte en realidad para el cambio de año, un consejo es visitar el monasterio y pasar tiempo con los monjes el día 1 de enero, para luego practicar senderismo por los alrededores y explorar los lagos congelados de la región. Con días cortos y noches muy largas, la recarga de energía para el nuevo año está garantizada.
9. Con espectáculos y fuegos artificiales en Nueva York, EE UU
Times Square en Fin de Año, Nueva York, EE UU © lazyllama / Shutterstock
El cine y las series de televisión se han encargado de mostrar cómo la icónica bola de cristal del Times Square desciende el 31 de diciembre al punto de la medianoche, seguido de una lluvia de confeti sobre el lugar. ¿Por qué no hacer esa escena realidad con una escapada de fin de año a la Gran Manzana? Eso sí, para conseguir sitio en Times Square esa noche conviene ir pronto, bien provisto de comida y abrigo, y dejar que los espectáculos y las actuaciones hagan el resto. La noche también regala fuegos artificiales, visibles desde diferentes enclaves de la ciudad como Grand Army Plaza, en Brooklyn (ideal para ir en familia) o Central Park, coincidiendo aquí con la Midnight Run, una carrera que parte a medianoche para ávidos que deseen iniciar el nuevo año a toda prisa.
A todos, ¡feliz Año Nuevo!
