Austria desde "el cielo"

El Tirol, Austria
Patricia Almudena Martín Suárez

Las 8 mejores vistas panorámicas austriacas

Con los Alpes como telón de fondo, Austria tiene algunas de las mejores vistas panorámicas de Europa. Algunas parecen de postal o de anuncio de chocolate, otras nos harán estremecer de vértigo y todas conseguirán que se saque de inmediato la cámara o el móvil para llevarse el mejor recuerdo del viaje. Estos son ocho de esos lugares de Austria a los que merece la pena subir para contemplar el panorama desde las alturas.

Eispalast y Skywalk del Dachstein (Estiria)

Schladming, en las profundidades del valle del Enns, al pie del glaciar Dachsteingebirge, es una estación de esquí en Estiria, que en verano permite practicar esquí y snowboard en glaciar. Aquí está el Dachstein Eispalatz, un palacio de hielo ubicado en una grieta del glaciar de Dachtein en los acantilados. Todo está cubierto de hielo, incluido el suelo y se ilumina mientras suena un hilo musical. Pero lo más curioso es la góndola que sube hasta allí, que adquiere una posición casi vertical en la cumbre. Se trata de uno de los teleféricos más espectaculares del mundo y llega hasta el Skywalk, una plataforma panorámica que ofrece unas vistas fantásticas del valle los días claros. Desde Schladming salen numerosos autobuses cada día.

Teleférico Millennium Express (Carintia)

En el centro de Carintia, unos 50 km al oeste de Villach, se encuentra Hermagor que se utiliza como base para esquiar en la cercana estación de Nassfeld. Hermagor es también el punto de partida de las excursiones más espectaculares, como la que lleva al espectacular desfiladero de Garnitzenklamm y también al teleférico Millennium-Express, que mide 6 km y es el más largo de Austria. La estación del valle de partida se encuentra en Tröpolach, 8 km al oeste de la ciudad por carretera aunque también se puede llegar a pie. Una vez en lo alto, se puede bajar esquiando o en bicicleta de montaña.

Glaciar de Hintertux (Tirol)

Al noroeste del Tirol se encuentra Mayrohofen, una localidad muy tradicional, con vaquerías alpinas, caminos serpenteantes que ascienden hasta las cimas de las montañas, Volksmusik y jarras de cerveza en cada Gasthof. En invierno además, se encuentran dos de los mejores lugares del país para esquiar: Ahorn y Penken, con sus descensos vertiginosos a la sombra del glaciar de Zillertal.

También es aquí donde se encuentra el Hintertuxer Gletscher, donde se puede practicar esquí todo el año. El teleférico lleva hasta la cima del glaciar pasando sobre acantilados y montes escarpados. La plataforma situada a 3250 m de altitud ofrece un panorama fenomenal de los Alpes de Tux, así como del Grossglockner, los Dolomitas y el Zugspitze en días claros. Las vistas desde el teleférico son impresionantes.

Reisenrad (Viena)

Esta noria, símbolo de Viena, permite contemplar la ciudad desde la altura. La Reisenrad es un gigantesco símbolo de Viena. Construida en 1897 por el inglés Walter B. Basset, la noria mide 65 m de altura, pesa 430 toneladas y tarda unos 20 minutos en completar una vuelta, por lo que da tiempo a hacer unas cuantas fotos de la ciudad. La emblemática noria sobrevivió a los bombardeos de 1945 y se le ha añadido una iluminación espectacular y una cafetería en la base. Alcanzó fama cinematográfica en El tercer hombre, y aparece también en muchas otras películas.

Festung Hohensalzburg (Salzburgo)

El icono más famoso de Salzburgo es esta fortaleza de 900 años que se asienta sobre un acantilado, pues se trata de una de las más grandes y mejor conservadas de Europa. Desde sus murallas se obtienen unas vistas espectaculares de los chapiteles de la ciudad, el Salzach y las montañas. Queda 15 minutos a pie cuesta arriba del centro, pero se llega más rápido en el funicular Festungsbahn. Ofrece unas vistas maravillosas de las cúpulas y los tejados de Salzburgo.

Edelweiss Spitze (Parque Nacional de Hohe Tauern)

En este punto de la carretera del Grossglockner se aprecian cumbres de más de 3000 m. Es una de las imágenes más impresionantes de esta carretera formidable, que es toda una hazaña de ingeniería de la década de 1930. Serpentea a lo largo de 48 km con 36 curvas, pasando junto a lagos cristalinos, laderas boscosas y glaciares sobre las nubes, desde Bruck (estado de Salzburgo), hasta Heiligenblut (Carintia). Quien esté muy en forma puede acometerla en bicicleta: la subida es matadora, pero se compensa con emocionante bajadas.

Balthazar im Rudolfsturm (Salzkammergut)

No es un mirador natural pero este restaurante de Hallstat, al sur de la región de Salzkammergut, tiene la terraza más espectacular de la región. Está a 855 metros sobre Hallstatt y tiene vistas al lago. La comida es excelente y el edificio fue en sus orígenes la torre en la que se hallaba el pozo de sal. En la planta superior hay una pequeña exposición sobre ello.

Kaisergebirge (Tirol)

El teleférico de Kufstein brinda un panorama vertiginoso. Este telesilla de la década de 1970 que va desde Kufstein al Wilder Kaiser (en Tirol) se ha convertido en una atracción de culto. Hay un cartel que dice “prohibido menearse”, pero no por la velocidad sino porque solo una barra muy fina separa al visitante de una muerte segura. La sensación de desplazarse sobre los árboles y desfiladeros a bordo de esta joya es maravillosa. Las cumbres calizas del Kasergebirge se dejan ver en Brentenjoch, la última estación, que es el punto de partida del circuito del Kaisergebirge, un descenso a pie de 18 km hasta Kufstein a través de bosques, prados alpinos y el Bettlersteig (la subida del mendigo). 

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