Cómo comerse Roma a bocados

Trastévere, Roma, Italia
Catarina Belova / Shutterstock

Una ciudad perfecta para comilones

Pizzas, pastas, helados… el trío de supervivencia de cualquier turista en Roma. Sin embargo, hay mucho más; la capital italiana ofrece infinidad de rincones apetecibles para comer: bares, pizzerías exquisitas, trattorias encantadoras, cafés con historia, restaurantes italianos tradicionales y nueva cocina. Estas son algunas pistas para comerse, literalmente, Roma a bocados.

Pistas para comer en Roma

Conviene elegir restaurante según el estado de ánimo y lo que se quiera gastar: desde una frenética pizzería romana, hasta una cálida y familiar trattoria local, o un bar repleto de aperitivi. Los romanos casi nunca beben sin comer, y lo podremos comprobar en muchas enoteche, bares de vinos que sirven tentempiés.

Por tradición, las trattorie eran locales familiares que servían comida básica a precios asequibles, mientras que las osterie se especializaban en un plato y el vino della casa. Aún hay muchos locales de estos.

Los ristoranti son los más caros y ofrecen platos y servicio más elegante.

La cocina creativa romana

En Roma hay cada vez más restaurantes creativos, algunos de los cuales despiertan expectación, como el All’Oro del chef Riccardo Di Giacinto. Y Roy Carceres sigue maravillando con Metamorfosi que desde 2011 está de moda con su cocina contemporánea innovadora y su ambiente chic pero informal. También Cristina Bowerman, directora de Glass Hostaria, en Trastévere, que es una de las pocas chefs italianas que posee una estrella Michelín. Sus ingeniosos platos combinan diferentes tradiciones y sorprenden siempre.

Otro concepto bastante nuevo es la oferta de comida a todas horas, con locales que son objeto de veneración, como Porto Fluviale, moderno y animado, con buenos precios y estilo industrial-chic. O el colosal Eataly, que tiene 19 restaurantes para todos los gustos y sirve desde fritti (frituras) hasta cenas refinadas. Además, es perfecto para comprar alimentos de todo el país, libros y utensilios de cocina. 

Una pizza, apuesta segura

Aunque la pizza no llegó a Roma hasta después de la II Guerra Mundial a través de los inmigrantes del sur de Italia, triunfó y a lo grande. Es la comida informal favorita de todos los romanos y también de los turistas. La pizza romana se caracteriza por su masa fina y sus ingredientes frescos. A menudo las pizzerías solo abren por la noche ya que sus hornos de leña tardan bastante en ponerse en marcha. Lo normal es pedir un entrante antes de la pizza (bruschetta o fritti) y acompañarla con una cerveza. En algunos locales se sirven pizzas al estilo napolitano, con masa más gruesa y esponjosa.

Para tomar un tentempié, Roma está llena de puestos de pizza al taglio (al corte) y suelen ser insuperables. En la última década han surgido locales de pizza gourmet y el más conocido es el Pizzarium de Gabriele Bonci, cerca del Vaticano. Sirve una de las mejores pizzas al corte de Roma, con originales combinaciones de ingredientes de temporada.

Otras pizzerías para triunfar seguro son Pizzeria Da Remo (en la Piazza Santa Maria Liberatrice), espartana pero espectacular, para saber lo que es una auténtica pizzería romana frenética en Testaccio. O la Pizzeria Ostiense, nueva, que ofrece la clásica pizza romana del barrio. Pizzeria Ivo, en Trastévere, que siempre está lleva y es tradicional, ruidosa y con camareros algo bruscos, pero dentro de la tradición romana. 

Helado para todos

 

El gelato es uno de los grandes unificadores sociales de Roma. Todo el mundo, desde elegantes matronas hasta políticos y niños pequeños, los adoran y las gelaterie de la ciudad se llenan tanto de lugareños como de turistas. Las mejores suelen tener una breve selección de sabores de temporada recién hechos. Tras elegir helado, lo mejor es tomarlo mientras se pasea por las calles.

Las cinco mejores gelaterie de Roma probablemente sean las siguientes: 

  • Fatamorgana, con los mejores e increíbles gelatos artesanales, en Tridente, el Vaticano, Monti y Trastévere.
  • Gelateria del Teatro, en la Via dei Coronari, con más de 40 deliciosos sabores, todos de producción propia.
  • I Caruso, con su breve, pero perfecta, selección de sabores cremosos; se encuentra muy fácilmente por la gente que come helados enfrente del local.
  • Gelarmony, en la Via Marcantonio Collona, es una heladería siciliana de grandes sabores, incluidos el de pistacho y el de cassata, típicos de Sicilia.
  • Dei Gracchi, con sabores divinos y con locales en varios puntos de Roma, y uno muy clásico cerca del Vaticano.

 

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