Croacia, de playa en playa

Playa de Dubrovnik, Croacia
Pepe Barrios

Diccionario de arenas y olas por la costa dálmata

Una costa de miles de kilómetros jalonada de ciudades históricas, pueblos envueltos en historias de piratas, islas, playas, calas secretas y mar, mucho mar. El soleado Mediterráneo es el gran lujo de la costa dálmata, que podremos recorrer de norte a sur, desde los mejores escondites de Istria y Rijeka, en el norte, hasta las playas del sur de Dubrovnik.

El Mediterráneo se viste con sus mejores colores en las llamativas costas de Croacia, una sucesión de fantásticas playas, calas, islas y ciudades históricas. Viajando de norte a sur se pasa por ciudades de estilo veneciano, como Rovinjo, o romanas, como Pula, playas paradisíacas como Lopar, impresionantes ciudades imperiales, como Split o la inigualable Dubrovnik, islas de moda, como Hvar o otras muchas casi olvidadas, como la relajante Jijet o la preciosaMjet. Son 1185 islas (solo 66 habitadas) a lo largo de 1700 kilómetros de una de las costas más bellas del mundo. Estas son algunas pistas: 

Península de Istria

Es la península más grande del Adriático y en su parte croata tiene lugares de visita imprescindible como Porec, famosa por su Basílica Eufrasiana, Patrimonio Mundial, o como Rovinj, una ciudad de arquitectura veneciana y calles empedradas, o las evocadoras ruinas romanas de Pula, todo un lujo con anfiteatro, templo dedicado a Augusto y Foro, junto a la playa. 

Rijeka y Rab

Rijeka es la capital de Kvarner, y desde allí parten los catamaranes que llevan a la bonita Rab. El plan es sencillo e irresistible: deambular por el casco antiguo y después, descansar en Paradise Beach, la paradisíaca playa de Lopar, de fina arena, y maravillosas aguas poco profundas a la sombra de los pinos. 

Isla de Vis

Vis ha permanecido durante cuarenta años apartada y misteriosa, fuera de lo trillado y prohibida a los turistas (era base militar). Hoy podemos disfrutar de sus estupendas playas, bonitos pueblos costeros y comida de primera. Es la más remota de las islas de la Dalmacia central y la más misteriosa. La isla está dividida entre dos preciosas y pequeñas poblaciones al pie de sendas calas (Vis y Komiža). Vis es más señorial, mientras que Komiža es pesquera y envuelta por apasionantes historias de piratas. A muchas de las playas de la isla hay que llegar en barco o vespa.

Las playas más vírgenes están en el lado sur de la isla. Stiniva es la cala más espectacular de Vis: su estrechísima entrada rocosa se abre a una playa de guijarros, flanqueada por peñas de 35 m de alto. También merece la pena el viaje a Srebrna y Milna, al igual que la ensenada de arena de Stoncic, al este de Vis, donde una taberna a pie de playa sirve excelente cordero a la barbacoa. Rukavac es otra bahía fantástica con taxis acuáticos listos para cruzar hasta la isla de Ravnik, conocida por su Green Grotto y por el islote de Budikovac. 

Brac

Brac es la mayor isla del Adriático, y es famosa por dos cosas: su resplandeciente piedra blanca, con la que se construyó el Palacio de Diocleciano de Split y la Casa Blanca de Washington, y Zlatni Rat, la playa de guijarros de Bol que se adentra en el mar reproducida en el 90 % de los carteles turísticos de Croacia. Brac es la mayor de las islas de Dalmacia central con dos ciudades, varios pueblos aletargados y un espectacular paisaje mediterráneo de abruptas escolleras, pinares y oscuras aguas.

Islas e Losinj y Cres

Están en el archipiélago de Kvarner, separadas por un canal de 11 m de anchura, poco habitadas y muy pintorescas. En verano, Losinj se llena de turistas que pasean por los preciosos puertos de Mali Losinj y Veli Losinj. En contraste, Cres es más silvestre y yerma, y cuenta con zonas de acampada apartadas y playas intactas, sobre todo si salimos del pueblo de Cres. Hay montones de rutas para practicar senderismo y ciclismo que nos llevarán a las aldeas medievales de lo alto de las colinas. 

Hvrar

Es la isla croata más conocida, la que tiene más horas de sol… y más turistas, gracias al glamour de la ciudad de Hvrar, la capital de la isla, donde la gente acude para ir de fiesta. Aquí todo son hoteles lujosos, restaurantes elegantes, bares, clubes de moda y yates despampanantes. Pero solo hay que ir al interior para alejarse de los turistas, entre aldeas antiguas abandonadas, altas cumbres y verdes paisajes. La excursión merece la pena. 

Las playas de Dubrovnik

Es el gran destino de todos los que viajan a Croacia; suele estar llena de gente pero no es difícil escaparse. Hay muchas posibilidades, como cruzar en ferry a la exuberante Isla de Lokrum, parque nacional protegido por la Unesco. Es un lugar precioso lleno de fresnos negros, pinos y olivos y una escapada ideal para darse un baño, aunque las playas sean de roca.

Otra opción son las islas Elafiti, un archipiélago muy popular con enclaves como Kolocep, Lopud y Sipan. Se pueden ver las tres en un solo día y hay circuitos organizados para ello. Lopud, sede de algunos monasterios e iglesias muy interesantes, tiene playas preciosas de arena como la de Sunj. Sipan es la isla más grande y una de las escogidas por la aristocracia de Dubrovnik para fijar sus residencias en el siglo XV. 

Otra opción es Mjet, una isla preciosa, larga, estrecha y cautivadora, cubierta de bosques y viñedos que cuenta con un lago marino, un monasterio en un islote y soberbios paisajes. Puede visitarse en el día desde Dubrovnik. Al noroeste está el Parque Nacional de Mijet famoso por sus bucólicos y espectaculares lagos de agua salada. Dice la leyenda que la isla hechizó a Ulises durante siete años de los que seguramente no se arrepintió ni un segundo. 

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