Tardó casi 3 días en salir en sol de los cuatro que estuve en Ubud. La verdad es que una no espera pasar más de 15 horas de avión para encontrar un Bali lluvioso pero lo cierto es que cuando aterrizas, eso ya da igual. Bali rezuma belleza y espiritualidad por los cuatro costados, sobre todo en Ubud, donde los balineses siempre han creído que residen los dioses. Bueno, no solo en esta localidad, sino en todas las montañas.
Las poco menos de 2 horas que tardé en recorrer el camino que une Jimbaran (una de las playas más bonitas de Bali) y Ubud, me sirvieron para darme cuenta de dos cosas; la primera es tener el dudoso honor de experimentar las ultra congestionadas carreteras de Bali y la segunda, el shock que supone llegar a uno de los lugares más espirituales del mundo, refugio, no solo de dioses, sino del área bohemia más terrenal, pintores y escultores que acudieron hasta Ubud durante la primera mitad del siglo XX con ganas de alejarse del mundo y por qué no, cambiarlo en la distancia. A día de hoy aún se puede apreciar su legado a través de los programas y las escuelas que fundaron y que actualmente se mantienen a pleno rendimiento en Ubud. No obstante aquí están las mejores galerías de arte de la isla, como la Bamboo Gallery o la Gaya Art Space. Junto a ellas, y salpicadas por todas partes entre las concurridas calles de Ubud, han proliferado numerosos establecimientos que facilitan el camino hacia la espiritualidad a todos los seres que la buscan; meditación, yoga, reiki, … todo lo que sea necesario para encontrarse con uno mismo tal y como le ocurrió a Julia Roberts en la película “Come, reza, ama” (donde además de así misma, también encontró a Javier Bardem, lo que aún suma más puntos).
Entre los bancales de arrozales cultivados a mano, las frondosas laderas y los templos de piedra, mi visita a Ubud fue una de las más íntimas que recuerdo. Todo rezuma espiritualidad en los paisajes de Ubud. Desde las empinadas laderas del monte Batur hasta la garganta del río Ayung o, tras una sinuosa carretera de curvas que conduce al norte, el antiguo templo de Pura Luhur Batukaru.
Dónde dormir en Ubud
El hotel con la piscina más fotogénica de Ubud se llama Hanging Gardens y cuenta con 38 coquetos bugalows repartidos por una empinada ladera a donde se accede a través de un funicular que, arriba y abajo, transporta a sus privilegiados huéspedes por los diferentes atractivos del hotel. Uno de ellos es su spa, Ayung Spa, un lugar que definitivamente forma parte de nuestra hoja de ruta hacia la soñada espiritualidad.
Cómo llegar:
Desde España, se puede llegar a Denpasar (Bali) con solo una escala en Singapur a bordo de Singapore Airlines.
Texto y fotos: Lorena G.Díaz