Puntos clave para descubrir Gujarat, en el suroeste de la India
Para muchos viajeros Gujarat es zona de paso en ruta a Bombay o Rajastán, pero en realidad es un destino de lo más polivalente: Ahmedabad atrae por su notable arquitectura y su panorama gastronómico, los parques nacionales protegen a poblaciones únicas de leones asiáticos y asnos salvajes, y las aldeas tribales de la campiña remota destacan por su rica artesanía ancestral de tejidos y bordados. Además, Gujarat tiene también una cara espiritual: el legado de Gandhi es muy importante, y los sitios sagrados de peregrinaje jainista e hinduista atraen a montones de devotos.
Los 7 imprescindibles de Gujarat:
1. Ahmedabad
2. Kachchh
3. Festivales gujaratíes
4. Champaner-Pavagadh
5. Bosque de Gir
6. Shatrunjaya
7. Santuario de los Asnos Salvajes
La Jama Masjid de Ahmedabad es una de las mezquitas más grandes del subcontinente indio. Se construyó en el año 1424 d.C. © pinaki1 / Getty Images
1. Ahmedabad, la intensa y bulliciosa capital de Gujarat
La capital y primera ciudad de la India catalogada por la Unesco, suele ser el punto de entrada a Gujarat. Al principio resulta un poco abrumadora; deslumbra por su gran cantidad de mezquitas, mausoleos y templos con siglos de historia, y cautiva con sus excelentes museos y su fantástico panorama gastronómico.
La mejor forma de abordarla es alojándose en su núcleo histórico, preferiblemente en un hotel carismático como Deewanji Ni Haveli, House of MG o French Haveli. Los amantes del buen comer lo tendrán difícil para elegir entre picar algo en los puestos de comida callejeros de Ratri Bazaar, disfrutar del thali en locales como Gopi Dining Hall o explorar la cocina gujaratí en el encantador Vishalla. Con la ayuda de buen guía local, conviene visitar el imprescindible Museo de Téxtiles de Calico, el espléndido templo Hutheesing, la antigua sede de Gandhi en Sabarmati Ashram y las impresionantes mezquitas Jama y Siddi Sayid. Si hay tiempo, es buena idea salir de la ciudad para visitar el destacado templo Modhera Sun y el complejo pozo escalonado Rani-ki-Vav de Patan.
2. Aldeas artesanales de Kachchh
Durante siglos, los artesanos y artesanas de Kachchh –una de las regiones de la India más ricas en artesanía– han perfeccionado sus piezas, creando finos tejidos de excelente calidad; pero eso no es todo. Las comunidades de las aldeas Kachchh, repartidas por la árida provincia, también se han especializado en la talla de madera, la impresión xilográfica, la cerámica, la fabricación de campanas y más. Tomando la capital, Bhuj, como trampolín, y contando con los servicios de un guía local experto como Salim Wazir o Kuldip Gadhvi, se puede disfrutar de una visita a medida a las aldeas de Kachchh, organizada según los intereses del viajero.
Entre los artesanos más destacados están Vankar Vishram Valji, una familia de tejedores de Bhujodi; Parmath, especialista en bordado Ahir; Traditional Rogan Art, en Nirona, que conserva el antiguo arte de la pintura rogan, y el Dr. Ismail Mohammed Khatri, célebre por los grabados xilográficos con tintes naturales. El Living & Learning Design Centre Crafts Museum es una genial introducción a la creatividad de la región, y si hay poco tiempo, se pueden comprar telas y tejidos en las cooperativas Kutch Mahila Vikas Sangathan, Kala Raksha, Shurjan y Khamir, en los alrededores de Bhuj.
Cometas de colores llenan el cielo durante el Festival de Cometas de Uttarayan © anand purohit / Getty Images
3. Gujarat, un festín de festivales
La cocina gujaratí es famosa en toda la India por sus magníficas especias y sabores, y tanto los chefs como los vendedores de comida ambulante rinden al máximo durante festivales del estado, que son muchos.
En septiembre u octubre, durante el festival Navratri, los hinduistas devotos interpretan danzas multitudinarias en honor a las nueve encarnaciones de la diosa Durga, y el menú gujaratí estándar se cambia por platos especiales elaborados sin carne ni cereales. El Uttarayan Kite Festival, en enero, es otro espectáculo extraordinario y llena los cielos de Ahmedabad y otras ciudades con un caleidoscopio de cometas, desde enormes ballenas y tigres hasta diminutos volantines de 1 rupia, mientras los puestos de comida ambulantes sirven delicias de temporada como los jalebi (anillos de masa frita bañados en sirope) o el undhiyu, un guiso de verduras variadas cocinado en una olla enterrada que se calienta por la parte superior. En noviembre el foco de atención se desplaza al Rann of Kachchh, con la ciudad de tiendas de lona que se alza en las llanuras de sal con motivo del Rann Utsav, y que alberga todo tipo de eventos, desde danzas y música hasta deliciosos bocados kachchhíes.
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4. Parque Arqueológico de Champaner-Pavagadh
Pocos lugares de Gujarat impresionan tanto como este, el Parque Arqueológico de Champaner-Pavagadh, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. Aunque uno no sea un peregrino que va a presentar sus respetos a la diosa Kali, destructora de los demonios, en el templo de Kalikamata, sobre la sagrada colina volcánica de Pavanar, merece la pena cubrir la ruta peregrina y el trayecto en teleférico (3 horas en total) para gozar de las vistas desde la cima. Cerca de allí, las mezquitas de la capital gujaratí en ruinas de Champaner, con siglos de historia, presentan una de las artesanías en piedra más exquisitas del mundo, con enclaves tan destacados como Jami Masjid, Nagina Masjid y Saher ki Masjid.
Una leona asiática con su cachorro en el Parque Nacional del Bosque de Gir © AJAY K SHAH / Getty Images
5. Parque Nacional del Bosque de Gir y los leones asiáticos
Esta santuario montañoso y boscoso de 1412 km2 situado entre Veraval y Junagadh es el último refugio del león asiático, que se deja ver entre diciembre y abril. En términos de conservación, Gir es todo un éxito ya que la población de leones se ha doblado desde los años sesenta. La única forma de visitar el parque es por medio de un circuito autorizado que debe reservarse con antelación. Mientras se circula por los espesos bosques al alba es fácil ver, con un poco de suerte, a las ágiles chinkaras (gacelas), los refinados chitales (ciervos moteados), los nilgós (antílopes de gran tamaño) y a los escurridizos jaguares. Casi todos los visitantes se alojan en los lodges y hoteles de la pequeña ciudad de Sasan y sus alrededores, como Asiatic Lion Lodge o Gir Birding Lodge. Si se busca un alojamiento más lujoso, una buena opción es el eco resort Woods at Sasan. Si no se ha tramitado con antelación un permiso para visitar el parque, es posible ver leones y jaguares en el Devalia Safari Park, una pequeña reserva dentro de la reserva.
Templos en lo alto del monte Shatrunjaya © mazzzur / Getty Images
6. Las colinas de Shatrunjaya, lugar sagrado del jainismo
Casi todos los días se ve un desfile de peregrinos, ataviados con sus mejores galas, que serpentea por el camino que sube al monte Shatrunjaya, uno de los enclaves más sagrados del jainismo. La mayoría de ellos andan descalzos. A los más ancianos los llevan porteadores. Es buena idea unirse a los peregrinos; se tardan menos de 2h en subir los 3300 escalones hasta el espectacular conjunto de templos de la cima, donde –según dicen– Adinath, fundador del jainismo, meditó bajo un árbol. No hay que perderse los grabados del interior del espléndido templo de Adinath, maravillosamente detallados; y después es buena idea deambular por las estrechas calles y sumergirse en el ambiente. El peregrinaje resulta muy impresionante durante el festival Kartik Purnima, cuando el goteo de devotos se convierte en una marea espectacular que recorre las áridas laderas del Shatrunjaya y se detiene por el camino en los tunks, pequeños grupos de templos, para honrarlos.
7. Santuario de los Asnos Salvajes
Al alba parece que las llanuras del Little Rann of Kachchh brillen como si tuvieran escarcha, con los rayos del sol rebotando en su corteza de sal. Al andar, el suelo cruje como si fuera nieve. Una de las zonas más duras de Gujarat, Little Rann, alberga el Wild Ass Sanctuary (Santuario de los Asnos Salvajaes) donde vive la última población de asnos salvajes indios o khurs. Se alimentan en los montículos de hierba que se alzan sobre las llanuras de sal. La estación del monzón, entre noviembre y marzo, atrae a un montón de aves, incluidos flamencos. La mejor forma de explorar este santuario es alojándose en Rann Riders, Camp Zainabad o Eco Tour Camp; campamentos que organizan circuitos en todoterreno para observar la fauna del lugar, como nilgós, antílopes indios y chinkaras.
Lonely Planet ha elaborado este artículo para Gujarat Tourism exclusivamente bajo el punto de vista de Lonely Planet, y refleja nuestra política de independencia e imparcialidad editorial.