La Olmeda, un pedazo de Roma en Palencia

Texto por
Redacción Lonely Planet
 Capilla en un bosque de álamos, Palencia, España

La Villa Romana de la Olmeda, un fascinante viaje a la antigua Roma

La provincia de Palencia, segura e injustamente una de las más desconocidas de España, esconde algunos tesoros dignos de visita. Uno de ellos es la Villa Romana de la Olmeda, situada en la localidad de Pedrosa de la Vega, que reúne el conjunto de mosaicos más grande jamás encontrado en un edificio privado.   

En La Villa Romana de La Olmeda, construida entre el siglo I y el siglo II, se puede ver cómo vivían los aristócratas en Hispania. Pero si por algo es conocida La Olmeda es por sus magníficos mosaicos que ocupan una extensión de casi 1.200 metros cuadrados.

Como viene siendo habitual en mis posts, voy a aderezarlo con un poco de historia. La Villa Romana de la Olmeda se encontró por casualidad, como muchos otros hallazgos. Hace 45 años, el dueño de la finca, Javier Cortes,y uno de sus empleados estaban rebajando unos terrenos para adecuarlos al regadío cuando apareció un bloque de piedra. Excavaron un poco más y se encontraron una piedra un tanto ennegrecida que al limpiarla resultó ser un mosaico.

En ese momento se puso en marcha la maquinaria burocrática. Se comunicó a las autoridades palentinas el hallazgo y, desde Madrid, pusieron dos condiciones: que las excavaciones estuvieran dirigidas por un arqueólogo y que se mostrasen las piezas encontradas a los investigadores que lo pidiesen.

En un primer momento, los trabajos estuvieron dirigidos durante veinte años por el Catedrático de Arqueología de la Universidad de Valladolid, Pedro Palol, que le pasó el testigo al Profesor Abásolo, un apasionado de la arqueología (o, al menos, esa fue la impresión que me dio cuando me enseñó la villa) que todavía hoy día está al frente de este lugar. En 1996, la Villa Romana de la Olmeda fue declarada Bien de Interés Cultural y en 2009 abrió sus puertas el moderno edificio que alberga este verdadero tesoro arqueológico.

 

 

La gran mansión se comenzó en el siglo I o en el siglo II d.C., aunque hay construcciones del siglo IV. Era un verdadero palacio de unos 3.000 metros cuadrados en el que, con toda seguridad, vivió una familia de la aristocracia de entonces. Las diferentes estancias se construyeron alrededor de un patio central, destacando los baños, que tenían vestuarios, letrinas, baño frío, termas y baños calientes.

Pero sin duda por lo que es reconocida y famosa la Olmeda es por el estado de conservación de sus mosaicos, realmente espectaculares. Sinceramente, parece mentira que hayan llegado hasta nuestros días tan bien preservados. Hay mosaicos de todo tipo: con motivos geométricos, vegetales, figurativos con interesantes combinaciones cromáticas… Por ejemplo, uno de los más grandes relata el episodio mitológico en el que Aquiles, vestido de mujer, se ocultaba en el palacio del Rey Licomedes, en la isla de Skyros.

Los objetos encontrados en la Villa Romana de la Olmeda, desde vajillas de cerámica hasta ajuares funerarios, se conservan en el museo ubicado en laIglesia de San Pedro de Saldaña, a muy poca distancia de Pedrosa de la Vega. La entrada general a ambos recintos (además de la Villa Romana La Tejada) cuesta 6€, por lo que es una verdadera oportunidad para conocer tres espacios palentinos de gran importancia histórica.

Texto y fotos: María Jesús Tomé

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