Consejos para viajar en femenino a la India
Cada año hay miles de mujeres que viajan a la India y muchas de ellas lo hacen en solitario. La mayoría no encuentran problemas pero conviene tomar ciertas precauciones. Viajar solo por la India puede ser estupendo pero las mujeres que viajen por la India quizá se topen con algunos escollos adicionales, desde gastos superiores hasta normas de vestuario que deberán tener muy en cuenta si no quieren encontrarse en situaciones desagradables.
La sociedad india sigue siendo mayoritariamente conservadora. Las viajeras probablemente se vean sometidas a un escrutinio constante de su comportamiento y vestimenta, sobre todo fuera de los centros turísticos.
Cada vez hay más casos de agresiones sexuales a mujeres y niñas en la India, pese a haberse introducido castigos más severos tras la tristemente célebre violación en grupo y asesinato de una médico residente en Delhi en el 2012 (ver el apartado 8. La mujer en la sociedad india).
En los últimos años se han producido varios actos de violencia sexual contra turistas, aunque cabe señalar que la mayoría de las visitas transcurren sin incidencias.
Viajera en Rajastán, la India © Phuong D.Nguyen / Shutterstock
A continuación, algunas recomendaciones para viajar a la India siendo mujer:
1. Precauciones que deben tener las mujeres que viajen a la India
Los siguientes consejos ayudarán a evitar situaciones incómodas o peligrosas:
- Aunque se vaya justo de tiempo, siempre debe primar la cautela (sin obsesionarse). Si algo parece ir mal, confíese en el instinto.
- No debe aceptarse comida ni bebida de extraños, ni siquiera agua embotellada; podrían estar adulteradas con drogas.
- Las conversaciones con hombres desconocidos, mejor breves; la predisposición a la charla puede malinterpretarse.
- Si se tiene la sensación de que alguien molesta, quizá se esté en lo cierto. Protestar en voz lo suficientemente alta como para atraer la atención de los viandantes puede frenar insinuaciones poco gratas.
- El silencio también puede ser muy efectivo.
- En vez de dar la mano, dígase namaste, el tradicional y respetuoso saludo hindú.
- Evitar llevar joyas ostentosas.
- Elíjase masajistas u otros terapeutas mujeres, y váyase a los cines acompañada.
- En los hoteles, hay que cerrar la puerta con llave, sobre todo de noche, y no dejar entrar a nadie que no se conozca bien.
- Evítese deambular sola por zonas aisladas como gallis (callejones estrechos), calles desiertas, playas, ruinas y bosques.
- Úsense los mapas y el GPS del móvil para hacer un seguimiento de dónde se está; también servirá de alerta si un taxi/rickshaw toma una ruta equivocada.
- Hay que intentar parecer segura cuando se esté en público; mejor consultar los planos en el hotel o restaurante que en en la calle.
Viajera en Jodpur, la India © Phuong D.Nguyen / Shutterstock
2. Cómo deben vestirse las viajeras en la India
En ciudades grandes, hay mujeres que visten como en Nueva York o Londres, pero en otros sitios lo hacen de forma más conservadora, y conviene hacer lo mismo y vestirse apropiadamente:
- Evítense camisetas sin mangas, pantalones cortos, faldas (o que lleguen al tobillo) y cualquier cosa corta, transparente, ceñida o que deje ver demasiada piel.
- Está bien visto llevar ropa india como el popular salwar kameez (camisola y pantalón tradicionales).
- Llévese un dupatta (fular largo) sobre la camiseta para evitar miradas y cubrirse la cabeza en los templos.
- Evitar aparecer en público llevando una choli (blusa de sari) o una enagua de sari; en el contexto local es como salir en ropa interior.
- Las indias suelen llevar pantalones no muy cortos y una camiseta al nadar; es buena idea ponerse un pareo entre la playa y el hotel.
Viajera en un tren en la India © Val Shevchenko
3. Seguridad en los medios de transporte
Ser mujer tiene alguna ventaja; pueden colarse en autobuses, trenes y metros sin temor a recriminaciones y hay vagones y salas de espera (en algunas estaciones) solo para ellas.
- Solicítese por adelantado al hotel la recogida del aeropuerto, sobre todo si se llega después de que oscurecido.
- Si se viaja de noche, úsese un servicio taxi recomendado y registrado, y en lo posible, váyase acompañada.
- Nunca hay que parar un taxi en la calle ni aceptar ir con un extraño en su automóvil.
- Jamás se debe aceptar que vaya más de un hombre (el conductor) en el automóvil; hágase caso omiso a afirmaciones como “es mi hermano”, etc.
- Uber y Ola Cabs son prácticos, porque se obtiene por adelantado la matrícula del conductor; se puede pasar la información a otra persona como precaución.
- Si se toma un rickshaw, hay que llamar/escribir a alguien, o fingir hacerlo, para indicar que alguien sabe dónde se está.
- Al organizar el viaje, evítense noches de espera en estaciones de autobuses/trenes.
- Las mujeres en solitario afirman haber sufrido menos molestias al optar por las clases más caras en los trenes; descártense los vagones vacíos.
- En los trenes nocturnos, resérvese una litera superior exterior en 2ª clase con a. a.; se estará lejos de manos curiosas y la presencia de otros pasajeros disuade comportamientos sospechosos.
- En el transporte público, hay que evitar cualquier contacto, ponerse el equipaje como pantalla, quejarse con firmeza o buscar otro hueco.
4. Salud e higiene femenina en la India
Las compresas son fáciles de conseguir, pero los tampones suelen restringirse a farmacias en algunas ciudades grandes y lugares turísticos. Se recomienda llevar provisiones.
Viajera con un móvil en la India © Manuela Durson / Shutterstock
5. Atención no deseada en la India
Hay que tener en cuenta que las insinuaciones por parte de los hombres son habituales:
- Sentirse observado es algo habitual, mejor no desesperar.
- Algunos hombres intentan tomar fotografías subrepticiamente con el teléfono; suelen desistir si se protesta en voz alta.
- No devolver la mirada a los hombres; se podría malinterpretar.
- Las gafas de sol, los teléfonos, los libros o las tabletas ayudan a evitar conversaciones incómodas.
- Llevar alianza de matrimonio y decir que se espera al marido puede repeler un interés no deseado.
6. Acoso sexual en la India
- Muchas viajeras han sufrido gestos provocativos, burlas, choques “accidentales”, y persecución o intrusiones más graves.
- Los incidentes son más comunes en lugares abarrotados como la fiesta de Holi. En tales circunstancias, mejor buscar un sitio menos concurrido.
- Viajar con un hombre evita muchas molestias, pero aún así se recomienda cautela.
7. Webs recomendadas para las viajeras que van a la India
Para conocer experiencias de otras viajeras, consúltense webs como www.journeywoman.com y www.wanderlustandlipstick.com.
También hay blogs, p. ej., Breathe, Dream, Go y Hippie in Heels, llenos de consejos.
Mujer en la India © Pete Seaward / Lonely Planet
8. La mujer en la sociedad india
Según el último censo (2011), la India tiene 586 millones de mujeres, de las cuales se calcula que el 68% trabaja (principalmente a jornal) en el sector agrícola.
Las indias tienen derecho al voto y a la propiedad, y aunque el porcentaje de las que participan en la política ha aumentado en la década pasada, todavía se hallan notablemente infrarrepresentadas en el Parlamento nacional, donde no llegan al 12% de los escaños.
Aunque las profesiones están principalmente dominadas por hombres, poco a poco, las mujeres avanzan. En los pueblos, sin embargo, es mucho más difícil salir adelante, aunque grupos como la Self-Employed Women’s Association (SEWA, Asociación de Mujeres Autoempleadas), en Gujarat, demuestran que es posible, y organizan a mujeres socialmente desfavorecidas en sindicatos y les ofrecen préstamos de microfinanciación.
Sobre todo en las familias de bajos recursos se considera a las mujeres una carga financiera, pues cuando contraen matrimonio se les suele exigir una dote. En general, tienen más posibilidades de estudiar, pero cuando se casan se espera de ellas que se amolden a sus suegros y se conviertan principalmente en amas de casa. Como en los pueblos, si la mujer no cumple con las expectativas, incluso si solo se trata de no dar a luz un hijo varón, las consecuencias pueden ser muy graves, como se demuestra en la práctica de la “quema de novias”, en la que el marido rocía a su mujer con líquido inflamable y le prende fuego. Un informe del 2017 señalaba que cada día se registraban en la India 21 “muertes por dote”, que solo en el 35% de los casos traían aparejada una condena.
Aunque la Constitución permite a las divorciadas (y a las viudas) casarse de nuevo, son pocas las que lo hacen por la sencilla razón de que las divorciadas, conforme a la tradición, son consideradas proscritas de la sociedad, en particular fuera de las grandes urbes. La tasa de divorcio en la India se cuenta entre las más bajas del mundo (aprox. 14 de cada 1000 matrimonios), si bien va en aumento. La mayoría de los divorcios se producen en los centros urbanos y se consideran menos aceptables socialmente entre los que pertenecen a los estratos más altos de la sociedad.
En octubre del 2006, tras persistentes campañas por los derechos civiles de las mujeres, el Parlamento indio aprobó una ley que se sumó a la legislación vigente, en la que se incrementaba la protección de los derechos de las que sufrían violencia doméstica. Antes de su aplicación, aunque se podían denunciar a la policía los abusos, estas no estaban autorizadas a compartir los bienes o a gozar de apoyo económico. Voces críticas afirman que muchas indias, especialmente fuera de las grandes urbes, son reacias a pedir protección legal debido al estigma social que ello implica.
Mujeres de Jaipur, India © RuiMSantos / Shutterstock
La India es una sociedad muy conservadora y patriarcal. Pese a las imágenes de mujeres cargadas de sexualidad que transmiten las películas de Bollywood (si bien los besos prolongados aún son raros en la pantalla), muchas personas consideran libertinas a aquellas que salen después de oscurecer o que no visten con decoro.
Según la Oficina del Registro de Delitos de la India (NCRB), las denuncias por violación van en aumento. Se cree que solo un pequeño porcentaje de las agresiones sexuales llegan a denunciarse, principalmente por presiones familiares o por vergüenza, sobre todo si el agresor es un conocido de la familia, como ocurre en muchos casos.
Tras la violación en grupo y asesinato de una estudiante de fisioterapia de 23 años en Delhi, delito del que los medios se hicieron eco en diciembre del 2012, decenas de miles de personas se manifestaron en la capital y otros lugares para exigir al Gobierno que tomara medidas rápidas para frenar el incremento de violencia de género. Tuvo que pasar otro año para que finalmente se reformara la legislación en materia de delitos sexuales e incorporar castigos más severos como la cadena perpetua y la pena de muerte. Aun así, la violencia sexual contra las mujeres continúa desenfrenada. Según el informe más reciente de la NCRB, Delhi registra el mayor número de estos delitos: 13 803 de un total de 41 761 cometidos en 19 grandes ciudades de la India. Un número considerable de extranjeras que viajaban por la India han denunciado alguna forma de acoso sexual.
El movimiento #MeToo prendió rápidamente en la India en el 2018 y resultó en que muchos hombres señalados de las industrias de los medios de comunicación y del entretenimiento perdieran sus trabajos y se enfrentaran a la justicia por acusaciones de acoso sexual. Además, un ministro del Gobierno de Modi, M. J. Akbar, dimitió tras ser acusado de conducta sexual impropia por numerosas mujeres con las que había trabajado cuando dirigía un periódico. El movimiento #MeToo ha sido muy elogiado por proporcionar a las mujeres en la India la confianza colectiva necesaria para denunciar a los depredadores sexuales.