1. París para los más pequeños
Jardin du Luxembourg, París, Francia© Neirfy / Shutterstock
La ciudad es todo un espectáculo, incluso para los niños. Entre las experiencias más inolvidables están:
- Tomar el ascensor o subir a pie a la Torre Eiffel.
- Visitar Disneyland Resort, en las afueras de París, donde estos archifamosos personajes hablan francés.
- El Jardin du Luxembourg, con crepes, paseos en poni, barcos en miniatura y un tiovivo que forman parte de una tradición imperecedera.
- La Cité des Sciences et de l’Industrie, en París, un museo de la ciencia con instalaciones interactivas y un submarino de verdad, y el vecino Parc de la Villette.
2. Disfrutar en los fabulosos parajes naturales franceses
Gouffre de Padirac, Francia © HUANG Zheng / Shutterstock
Este país está lleno de propuestas en la naturaleza. Con niños es recomendable:
- Entretenerse en las bonitas playas de la pintoresca Île de Ré, en la costa atlántica.
- Aprender a esquiar en un jardin de neige en los Alpes.
- Practicar piragüismo en la Dordoña entre exquisitas aldeas llenas de flores.
- Recorrer en barca un río subterráneo, el Gouffre de Padirac, al sureste de Carennac. Cerca, en Quercy, se pueden alquilar casas flotantes en el río Lot.
3. Guiñar un ojo a la historia y viajar en el tiempo
Castillo de Chambord, Loira, Francia © Petr Kovalenkov / Shutterstock
La prehistoria, la Edad Media, la época de gloria del Rey Sol… la historia francesa está llena de lugares representativos que permitirán viajar en el tiempo:
- A la prehistoria, contemplando las asombrosas pinturas rupestres prehistóricas (y los parques temáticos y museos que las acompañan) del valle del Vézère y Lascaux, ambos en la Dordoña.
- A la época de los romanos, descubriendo ruinas romanas entre campos de lavanda de la Provenza.
- A la Edad Media, recorriendo las calles de la amurallada ciudad medieval de Carcasona, en Languedoc, cuyas construcciones de tejado cónico alientan la imaginación de los niños.
- A la época de los grandes reyes franceses del Renacimiento, asombrándonos ante los castillos del Loira (a destacar Chambord y el Azay-le-Rideau, a modo de isla), con tortuosas escaleras que suben a torreones y torres dentadas con vistas a jardines geométricos.
4. Disfrutar como un niño: la auténtica 'joie de vivre'
Parc Astérix, Francia © Parc Astérix 2016
Mercadillos, parques de atracciones, mercados y teatros para niños… en Francia lo que sobran son propuestas:
- El acuario de última generación en la soleada La Rochelle, muy adecuada para familias.
- Los parques verdes y teatros de marionetas del Parc de la Tête d’Or de Lyon.
- Los encantadores mercados navideños, decoraciones y fiestas de Alsacia.
- Parc Astérix, un parque temático 30 km al norte de París que, pese al nombre del galo de los cómics, abarca toda la historia, con atracciones adrenalínicas y espectáculos para público de todas las edades.