Fue la primera capital del “País de las Águilas” y, efectivamente, recuerda el nido de una rapaz. Krujë (Kruja), colgada de la escarpada ladera, al noreste de Tirana, domina las montañas, la llanura y el mar. Fue el cuartel general de Skanderbeg, y en el castillo, además de una bonita tekke bek-tashi y un museo etnográfico, se encuentra el curioso museo dedicado a la figura del héroe nacional. En la ciudad, pese a estar rodeado de edificios modernos, sobrevive el antiguo bazar, pequeño pero tan bonito que podría definirse como un “concentrado del espíritu otomano”.