Desde paseos por castillos a la luz de las velas hasta simuladores espaciales y chapuzones en playas y ríos, Bélgica ofrece muchas opciones para emocionarse e inspirarse, aparte de la magia de sus preciosas ciudades. Además, casi todos los museos ofrecen actividades especiales para los más pequeños.
Varios de los mejores parques temáticos de Bélgica se hallan cerca de otros lugares de interés, así que es fácil compaginar todo tipo de actividades.
Pairi Daiza Increíble selección de animales, jardines bellamente diseñados y fabulosas recreaciones de templos chinos, pueblos africanos y mucho más.
Lacs de l’Eau d’Heure Parque al aire libre con montones de actividades y el impresionante Natura Parc.
Plopsaland El parque temático más grande de la costa queda próximo a la playa de De Panne. El Plopsa Coo de las Ardenas es más pequeño, pero más bonito, con una gran oferta también para adultos.
Domaine Provincial de Chevetogne Parques de juego originales, un zoo infantil, zonas de bosque, minigolf y un lago.
La diferencia entre las atracciones educativas y los parques temáticos se difumina, pues los mejores parques ofrecen simuladores y experiencias multisensoriales. Muchos museos se diseñan pensando en los niños e incluyen actividades interactivas y talleres. Deben consultarse previamente las webs de los museos y lugares de interés, ya que algunas actividades se ofrecen únicamente determinados días. Como es natural, gran parte de ellas se realizan en los idiomas del país, pero como muchas son táctiles e intuitivas, los niños las disfrutan de igual manera. Incluso los museos no orientados a los niños suelen ofrecer actividades lúdicas.
Technopolis El vanguardista museo de la ciencia de Malinas no deja de añadir actividades educativas.
Euro Space Center Gran experiencia interactiva, aunque es muy difícil llegar si no se tiene coche.
Musée des Sciences Naturelles Con una familia entera de dinosaurios.
Earth Explorer En Ostende se muestra todo lo relacionado con terremotos y tormentas.
Train World Nueva atracción en Bruselas donde niños y adultos descubren de primera mano locomotoras históricas.
Château de Bouillon Esta maravillosa ruina de los cruzados azuzará la imaginación de los jóvenes, sobre todo durante los espectáculos de cetrería. El lugar gana mucho si se visita una noche de verano a la luz de las antorchas.
Han-sur-Lesse A los niños de corta edad la visita a la cueva quizá les parezca larga, pero resulta divertido empezarla en un tren. Con el “safari” y otras atracciones se completa un día agradable.
Durbuy Las actividades que se montan en la ciudad más pequeña de Bélgica entretienen a toda la familia. A pocos kilómetros está Barvaux, con su divertido laberinto en un campo de maíz (en verano).