Cubierta de densos pinares, la maravillosa Mljet es un auténtico paraíso. Cuenta la leyenda que Odiseo fue abandonado aquí durante siete años, y no cuesta entender por qué tardó tanto en irse. Toda la parte occidental es un parque nacional con dos espectaculares lagos color cobalto, un monasterio sobre un islote y el pequeño puerto de postal de Pomena. Tampoco hay que olvidar el este de Mljet, con sus tranquilas bahías, sus playas y un par de restaurantes excelentes.