El ciclista británico Bradley Wiggins definió Mallorca como “un Scalextric para ciclistas” y eso resulta más que cierto en la sierra de Tramuntana, donde muchos profesionales se preparan para el Tour de Francia. Este agreste paisaje montañoso, un paraíso para los ciclistas, está salpicado de picos de piedra caliza, carreteras serpenteantes y acantilados que descienden hasta el Mediterráneo. Se aconseja la ruta circular de 55 km entre Pollença y el Monestir de Lluc; y para los mejor preparados, la ascensión de 12 km desde Sa Calobra.