En conjunto la zona el Báltico es muy saludable para viajar, si bien fuera de las capitales las instalaciones médicas no se hallen del todo a la altura occidental. Casi todas las farmacias capitalinas y de las principales ciudades cuentan con medicinas occidentales importadas. En las capitales existen clínicas privadas con asistencia médica de calidad occidental y en inglés, aunque suelen resultar caras. En una emergencia, búsquese primero la ayuda del hotel si se está alojado en uno; los más grandes pueden tener médicos de guardia. La atención de urgencias es gratuita en los tres países.
Para los ciudadanos europeos, la tarjeta sanitaria europea cubre la mayoría de las prestaciones médicas, pero no aquellas que no son urgentes ni los gastos de repatriación. En muchos países de la UE se puede solicitar por internet en la web de la autoridad sanitaria local.
La encefalitis por garrapatas es una infección grave. Se recomienda vacunarse si se va a pasar mucho tiempo en zonas boscosas, incluidas las costas donde abundan los pinares. Dos dosis de la vacuna protegen durante un año; tres dosis bastan para tres años. Siempre se debe examinar el cuerpo después de caminar por una zona potencialmente infestada de garrapatas. Si se advierte una garrapata pegada, presiónese con unas pinzas alrededor de su cabeza y tírese hacia arriba con suavidad. No hay que tirar de la parte trasera del cuerpo porque el contenido de las tripas podría introducirse en la piel a través de las partes de la cabeza agarradas a ella, y aumentaría así el riesgo de infección.
En la región, los mosquitos son una plaga que puede causar irritación y picaduras infectadas. Úsese un repelente de insectos con DEET.
Aunque algunos asesores oficiales de viajes aconsejan beber solo agua hervida o embotellada y evitar la del grifo, los locales insisten en que esta es perfectamente potable (si bien de sabor no del todo agradable). No debe beberse el agua de ríos ni lagos, pues puede tener bacterias o virus que causan diarrea o vómitos.
Se recomienda contratar uno que cubra robo, pérdidas y asistencia médica.
Algunas pólizas ofrecen opciones de mayor o menor cobertura médica. Dada la gran variedad de pólizas, hay que fijarse bien en la letra pequeña; algunas excluyen específicamente “actividades peligrosas” que a veces incluyen el excursionismo.
Quizá se prefiera una póliza que pague directamente a médicos y hospitales en vez de tener que pagarlos el viajero primero y reclamar el reembolso después; en este último caso, consérvese toda la documentación. Algunas pólizas requieren llamar (a cobro revertido) a un centro del país de origen donde realizan una valoración inmediata del problema del viajero. Compruébese que la póliza cubra ambulancias y el vuelo de repatriación de urgencia.
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.