Consejos para viajar a Provenza y la Costa Azul

Cuestiones legales para viajar a Provenza y la Costa Azul

La policía francesa está autorizada para registrar, confiscar y pedir la identificación aunque no haya causa probable.
Los extranjeros deben probar su condición (pasaporte, visado, permiso de residencia).
Agredir verbal o físicamente a un policía conlleva multas cuantiosas e incluso arresto.
Es posible negarse a firmar un atestado policial y se tiene derecho a solicitar una copia.
Los arrestados son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad, pero pueden ser retenidos hasta que se celebre el juicio. En www.service-public.fr se detallan todos los derechos.
La policía francesa es muy estricta en cuestiones de seguridad. No hay que dejar equipaje desatendido en aeropuertos o estaciones: los objetos sospechosos pueden ser destruidos.
La ley francesa no hace distinción entre drogas blandas y duras.
La pena por el uso personal de stupéfiants (incluido el cannabis) puede llegar a 1 año de cárcel y una multa de 3750 €, pero también puede reducirse a una amonestación o a la obligación de asistir a rehabilitación.
La embriaguez en público (ivresse) se castiga con una multa de 150 €. Es ilegal conducir con una concentración de alcohol en sangre (CAS) superior al 0,05%. La policía lleva a cabo frecuentes pruebas de alcoholemia.
Está prohibido fumar en los espacios públicos, incluidos bares y restaurantes.

Peligros y advertencias

En general, Provenza es un destino seguro. Los mayores problemas son hurtos y robos, sobre todo en las ciudades más turísticas, como Marsella y Niza, pero las agresiones son raras.

Playas y ríos

Hay que tener cuidado con la medusa luna en las playas.
Los ríos más importantes están conectados a estaciones hidroeléctricas y se desbordan cuando se abren las presas, habitualmente en verano. En las oficinas de turismo pueden informar sobre l’ouverture des barrages.
Está prohibido bañarse en embalses con orillas inestables (p. ej., los lagos Sainte-Croix, al suroeste de las Gorgues du Verdon; Castillon; y Chaudanne, al noroeste de las gargantas). La vela, el windsurf y los kayaks están restringidos.

Mal tiempo

Las tormentas eléctricas (a veces intensas y peligrosas) son habituales en agosto y septiembre.
Antes de hacer una excursión conviene comprobar el tiempo (météo).
Se recomienda llevar impermeables plegables y ropa extra para prevenir la hipotermia.
El mistral, que sopla todo el año, puede ser muy molesto.

Incendios forestales

En caso de incendio, hay que llamar al 18. Los incendios forestales son más habituales en julio y agosto y se propagan con gran rapidez. De julio a mediados de septiembre, se cierran los senderos que presentan mayor riesgo. No se debe entrar nunca en zonas cerradas.
Los bosques están llenos de cortafuegos. Las pistas señalizadas por la DFCI (equipo de lucha contra incendios) están cerradas al tráfico rodado pero abiertas a los caminantes.
Está prohibido hacer fuego. Las barbacoas están prohibidas en muchas zonas en julio y agosto.

Robos

Conviene aplicar las precauciones habituales: no mostrar dinero en público, esconder el material electrónico y las cámaras, y tener cuidado con los carteristas en las zonas más concurridas (las mochilas son siempre un objetivo).

Los móviles son el robo más habitual, y los turistas que deambulan por la calle consultando Google Maps son el objetivo predilecto de los ladrones. Conviene no circular por calles y estaciones de tren consultando el móvil, y guardarlo cuando no se esté usando.
Abundan los robos de equipaje, carteras, coches, en trenes y lavanderías, en especial en la Costa Azul. Hay que tener cuidado con los carteristas en zonas de mucho turismo.
Si se lleva mochila, en las zonas más concurridas es mejor cargarla delante y no a la espalda; este gesto dificulta más la acción de los carteristas.
Se deben vigilar bolsos y maletas, especialmente en mercados, estaciones de trenes y autobuses, cafés al aire libre, playas y durante los viajes nocturnos en tren (debe cerrarse la puerta del compartimento).
Si se viaja en tren, no hay que dejar tabletas, portátiles ni móviles a la vista. Si se va al baño o se quiere dormir un rato, hay que cerrar la puerta del compartimento.
Si se considera necesario, se puede dejar el pasaporte en la caja fuerte o pedir en recepción que lo guarden en la del hotel si la habitación no tiene. Pero ¡no hay que olvidar recogerlo después!
Conviene llevar el número del pasaporte (o una fotocopia) y el carné de conducir como documento identificativo.
Es útil autoenviarse o subir a la nube copias escaneadas de la documentación importante, como pasaporte, seguro de viaje, permiso de conducir y otros. Las copias siempre son más fáciles de sustituir en caso de pérdida. Las fotocopias también son útiles.
Al ir a bañarse, no hay que dejar nada de valor a la vista; es mejor ir por turnos. En las playas de Marsella se pueden dejar los objetos de valor en las taquillas gratuitas (vigiladas).
Los robos en coches son habituales; no conviene dejar dentro nada de valor.
Ocasionalmente se producen robos con fuerza en coches parados en semáforos, en Marsella, Niza y las grandes localidades; hay que bloquear las puertas y subir las ventanillas.
Trucos habituales: un ladrón encuentra un anillo de oro en el camino de su víctima o deja un periódico encima de la mesa, o bien se acerca a preguntar si se habla inglés. No se debe atender a los niños con portapapeles, en especial los que fingen ser sordos.

Se aconseja consultar la información actualizada sobre recomendaciones y alertas de viaje a Provenza y la Costa Azul en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España.

Informarse es importante

Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.