La historia de más de 5000 años de Creta salta a la vista por toda ella, salpicada como está de palacios milenarios y ciudades romanas. La importancia de la isla en el devenir del mundo empezó con los ilustres minoicos, que gobernaban desde lujosos palacios cuando en Europa aún se vivía en chozas. La estratégica ubicación de Creta, en pleno este del Mediterráneo, fue muy valorada por las civilizaciones antiguas, que dejaron su huella en espectaculares sitios que aún asombran a los arqueólogos. 

Las mejores ruinas 

No hay que perderse el palacio de Cnosos, el gran yacimiento arqueológico de Creta. 

Festos es el complejo minoico más importante tras el de Cnosos, con unas vistas impresionantes de la llanura de Mesara y el monte Psiloritis. 

Es fácil imaginar los espectáculos que acogía el anfiteatro de Aptera, una ciudad griega clásica y romana aun en excavación. 

Desde la fortificada ciudad-estado dórica de Lato se vigilaba las posibles amenazas en la antigüedad. Se trata de uno de los yacimientos no minoicos mejor conservados de Creta. 

Por la garganta de Zakros, vía unas cuevas funerarias minoicas, se llega a las ruinas del pequeño palacio costero de Kato Zakros.