Toda ciudad y aldea tiene al menos uno: da igual dónde se esté, el corazón del país late en el pub, todavía el mejor lugar para descubrir el verdadero ser de Irlanda. En entornos adecuados –ya sea un tranquilo pub tradicional como el Morrissey’s de Abbeyleix con una gran chimenea, o un bar moderno con luces parpadeantes y música–, permiten pasar un rato o una noche escuchando el pálpito… y bebiendo buena cerveza mientras tanto.