En lo que a miradores se refiere, Preikestolen apenas tiene parangón. En lo alto de un risco que se alza casi vertical, 600 m sobre las aguas del bellísimo Lysefjord, constituye una de las imágenes más características y atractivas de Noruega. Es el típico sitio en el que uno apenas se atreve a mirar a los viajeros que se asoman al precipicio más de lo conveniente, aunque uno mismo se siente inexorablemente atraído hacia el borde. El trayecto dura 2 h desde Stavanger.
Roca del Púlpito
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