Tómese Manhattan, añádase una pizca de Ciudad de México, un pellizco de Tokio y Guangzhou, agítese y sírvase. El resultado: el centro de LA, DTLA (Downtown LA). Es la zona más intrigante de la ciudad, con una rompedora arquitectura y museos que contrastan con las melodías de los mariachis, los colmados chinos, una degradante pobreza y los exquisitos restaurantes, bares, tiendas y galerías.
Desayunar entre los selectos puestos del Grand Central Market y luego deambular por Broadway y sus viejos teatros hasta el Fashion District, donde se puede explorar el California Market Center y empaparse del ambiente de los amantes de la moda. Antes de irse al norte hay que visitar el épico Grammy Museum.
Almorzar en Q Sushi y pasear al norte pasando por Pershing Square y penetrando en el Financial District. Desde allí hay un agradable paseo dos manzanas al norte hasta el Walt Disney Concert Hall, donde se llegará al último circuito del día. Luego, bajar por la calle hasta el MOCA Grand y el Broad.
Si es una noche estival de viernes, se puede empezar con un concierto gratis en la California Plaza. Otra opción es ir a la azotea del Ace Hotel para tomar una copa al anochecer, luego cenar en la Maccheroni Republic y acabar con un cóctel en Clifton’s Republic.