Viaje virtual a las Cataratas del Niágara.
¿Atestadas? ¿Horteras? Pues sí. Las cataratas del Niágara no están ni entre las 500 más altas del mundo. Pero cuando esas grandes cortinas de agua se arquean sobre el precipicio y caen con estruendo al vacío, y uno se aproxima en un barquito envuelto en bruma, resultan francamente impresionantes. En cuanto a volumen, ningún lugar de Norteamérica las supera: más de un millón de bañeras de agua se desploman por el borde cada segundo.