Un vistazo a la ecléctica arquitectura de la ciudad basta para comprender muchos de sus 500 años de historia. Las obras exhibidas en museos, estudios, talleres e inspirados proyectos de arte de calle son igualmente esclarecedoras. La Habana es, de hecho, una de las ciudades con arte emergente más estimulantes de América.
Los estilos más presentes y clásicos son el barroco y el neoclasicismo. Los diseñadores barrocos ya afilaban sus plumas en la década de 1750 y el neoclasicismo ganó supremacía en la década de 1820, para continuar, entre numerosos resurgimientos, hasta la de 1920. Los edificios art déco, característicos de la era norteamericana (1902-1959), adoptaron más tarde estilos modernistas. Por su parte, el art nouveau hizo una breve aparición durante este período, influido por el modernismo catalán. En las principales calles de Centro Habana pueden verse las curvas y adornos propios del art nouveau. A partir de la década de 1910, el ostentoso eclecticismo, cortesía de EE UU, definió los ricos y crecientes barrios de las afueras.
La Habana no suele aparecer en el panteón de grandes urbes artísticas integrado por Nueva York, París, Florencia o Barcelona, pero debería hacerlo. Una atípica mezcla de clasicismo español, vanguardismo europeo, primitivismo autóctono y modernismo estadounidense, gestada desde hace varios siglos, ha dotado a la capital cubana de una cultura artística única y gratamente independiente.
Fusterlandia Barrio cubierto con una alucinante selección de mosaicos, azulejos y llamativos cuadros.
Fábrica de Arte Cubano Arte sagaz, vanguardista y siempre sorprendente.
Museo Nacional de Bellas Artes La historia completa del arte cubano, complementada por una encomiable colección de obras maestras internacionales.
Callejón de Hamel Cuna de la cultura afrocubana de La Habana y vistoso exponente del arte de calle.
Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam En esta casa colonial, bautizada en honor al mejor artista cubano, se expone el mejor arte actual.
Catedral de la Habana Este curvilíneo coloso de piedra es la cumbre del barroco cubano.
Plaza Vieja La plaza más variopinta de La Habana exhibe todos los estilos arquitectónicos, desde el mudéjar al art nouveau.
Capitolio Nacional Elevado ejemplo de neoclasicismo del s. XX y réplica fiel del Capitolio de EE UU.
Edificio Bacardí Una de las mejores muestras de arquitectura art déco de toda América.
Hotel Nacional Con sus torrecillas, es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Café Madrigal Extraña y extravagante fuente de buenos cócteles y arte aún mejor.
El Dandy El arte de la fotografía alegra el desayuno en este extravagante café de La Habana Vieja.
Espacios Sus inmensos lienzos ofrecen tema de conversación para artistas, cóctel en mano.
Café Mamainé Lugar moderno y principalmente local en cuyas paredes cuelgan las creaciones más recientes del Vedado.
Catedral de La Habana La cumbre de la arquitectura barroca cubana.
Iglesia y convento de Nuestra Señora de la Merced El interior de la iglesia más bella de La Habana es un derroche de frescos y adornos dorados.
Iglesia de Jesús de Miramar Su arte y arquitectura justifican la visita.
Convento e iglesia del Carmen Sobria joya de Centro Habana con un bello interior embaldosado.